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Fernando Álvarez Balbuena

Corriente alterna

Fernando Álvarez Balbuena

El himno de Asturias

Música y letra para exaltar el espíritu patriótico de un territorio

Un artículo de Paco Sánchez sobre el himno de Asturias, publicado el día 5 de septiembre en LA NUEVA ESPAÑA, periódico del que es colaborador habitual, abrió una reflexión en el seno de la Sociedad Económica de Amigos del País de Avilés y Comarca, sobre la conveniencia de cambiar el “Asturias Patria querida”, por el himno de Covadonga: “Bendita la Reina de nuestra montaña”, por considerar a éste como más acorde con la historia de nuestra tierra y de la propia España, además de por su mayor calidad literaria y musical.

El himno de Asturias

La polémica no se ha hecho esperar y ya hay posiciones contradictorias para ambos cánticos, por lo que, sin ánimo alguno de buscar querella, me voy a limitar a dar mi modesta opinión sobre el contradictorio asunto.

A mí, personalmente, el “Asturias Patria querida”, me parece poco representativo de nuestra tierra. Solamente los cuatro primeros versos exaltan a Asturias (modificando el último de ellos), lo que creo que es poca cosa, ya que el resto de la canción es una cuestión, puramente personal, de un señor que quiere coger una flor y dársela a su amada, sin la convicción de si ésta la aceptará o no la aceptará, lo que hace a estas estrofas absolutamente inanes para exaltar el espíritu patriótico que debe de transmitir un himno.

No está de más decir que la referida canción, hecha himno oficial por el señor Fernández Inguanzo en 1984, ya era popular en toda España desde los años 20 del siglo pasado y que era considerada un cántico tabernario y poco valorado por la inmensa mayoría de la gente; pero la decisión de elevarla a himno oficial, la popularizó mucho en Asturias, pese a sus escasos méritos.

Queda pues bien claro que personalmente no soy un entusiasta de nuestro himno.

En cuanto a sustituirlo por el de Covadonga, mucho más meritorio en cuanto a música y letra, tampoco soy un partidario entusiasta, porque el himno de Covadonga está muy bien para ser cantado en la Misa Mayor de cualquier lugar de Asturias, incluso en la romería de celebración de la fiesta de la Santina, pero me parece demasiado religioso, demasiado confesional y pío para cantarlo en una competición deportiva o para exaltar las virtudes políticas de un pueblo en lucha por conseguir mejorar sus niveles de bienestar y de satisfacción ciudadana.

Además, es un hecho históricamente repetido y comprobado que cuando se juntan los dos poderes, el religioso y el temporal, al decaer uno de ellos arrastra consigo irremisiblemente al otro, lo que crea una situación social y política absolutamente indeseable.

Queda por discutir, en el caso de que mucha gente opine como queda expresado, si lo más conveniente sería convocar un concurso entre músicos y poetas para establecer un nuevo himno más acorde con nuestras circunstancias, como se ha hecho en otras regiones y países, así que con esta opinión queda abierta una nueva plataforma de debate, porque lo que a mí me parece cierto es que ni uno ni otro de los dos himnos llena por completo las preferencias y apetencias de los asturianos.

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