Nuestra villa del Adelantado posee unas singularidades importantes respecto a su tamaño, que ya no llega a los 80.000 habitantes. Se trata de un municipio muy pequeño en territorio pero con una altísima densidad de población que a la vez está muy envejecida, tiene el mayor porcentaje de trabajadores industriales de España y además linda con cuatro municipios (Castrillón, Corvera , Gozón e Illas) que albergan gran parte de la industria de la comarca y comparten intereses e infraestructuras comunes tanto públicas como privadas
Esto obliga al compromiso de muchas administraciones territoriales (Estado, Principado, otros municipios) y sectoriales (Puertos de Estado, Confederación Hidrográfica, Adif…) para que los proyectos indispensables cobren forma y se hagan realidad, dando el impulso necesario a la indudable cabecera de comarca.
Y ese es el caso, nunca se hacen realidad. Solo se suceden eternas promesas. Pasan los años y nunca se cumplen, la lista sería interminable y pueden dar buen fe de ello los titulares de este mismo periódico década tras década: la ronda norte, el soterramiento de las vías, la mejora de los accesos de la ciudad, la Isla de la Innovación, la fachada marítima...
Todos estos proyectos tienen algo en común, se lleva mucho tiempo hablando de ellos y no están más cerca de ver la luz que hace treinta años. Por eso a los avilesinos que llevamos viendo la eterna postergación de nuestra ciudad en los Presupuestos Generales del Estado no nos ha sorprendido en absoluto la paupérrima dotación que este Gobierno nos ha otorgado en su último anteproyecto: migajas para un estudio del soterramiento de la barrera ferroviaria (más de dos décadas después) y más de lo mismo en forma de estudios para el nuevo acceso al Puerto de Avilés (Llevamos así desde 2017). Y hablando de cuestiones paradas hace décadas, ni rastro de la partida para la depuradora de Maqua.
En definitiva, en política los amores y la querencia se demuestran en forma de partidas presupuestarias que hagan posible el desarrollo de nuestra ciudad y lo único que han traído una vez más para Avilés es “humo” en forma de estudios que nunca llegan a materializarse. Lo único que queda claro tras otro año de vacío es que la fórmula de sumar Gobiernos Socialistas en Madrid, Oviedo y el Parche da como resultado una tomadura de pelo presupuestaria para Avilés y sus habitantes. O se cambia la fórmula o la tomadura de pelo se puede hacer eterna.
