Gestionar el talento humano nunca ha sido sencillo, sin embargo, estamos ante el momento más exigente en la gestión de personas. En ello coinciden los portavoces municipales, reunidos por LA NUEVA ESPAÑA, quienes apuntan como uno de los desafíos de la ciudad la atracción y retención del talento.
En Avilés tenemos nuevas generaciones formadas y conectadas a información en tiempo real que han transformado y continúan transformando las empresas. Frente a quienes han mantenido su capital humano desactualizado, esta ciudad puede presumir un modelo local I+D+i que sienta sus bases en los pilares de la sociedad del futuro: inversión, talento y transferencia. Falta, eso sí, una mayor apuesta, tanto de la parte pública como de la privada, para completar los grandes proyectos locales en el congelador.
Es tiempo de menos pactos de foto y dejar avanzar a quienes mejor han sabido canalizar la cuestión del talento, teniendo en cuenta las necesidades de las nuevas generaciones. El mejor Avilés debe fidelizar el talento. Si esos empleados-vecinos sienten que están de paso, su implicación puede desplomarse. Y las posibilidades de revertir el invierno demográfico, esfumarse para siempre.
