Las obras en Palacio Valdés

Inconvenientes para disfrutar de las calles que definen un barrio

Doña Mariví es la señora Alcaldesa de Avilés. El que escribe le da las ‘gracias’, pues vecino es de la zona de la calle Palacio Valdés. Allí donde guardo el coche en una de las calles reacondicionadas y cerca, a poca distancia, el domicilio.

Parte de la compra de subsistencia la hago en aquellas calles y algo de mi tiempo de ocio lo gasto por allí. Buena y amable zona, algo desolada, aunque ello es tónica en el Avilés de estos últimos años y es que el socialismo es árido y yermo.

Le doy las ‘gracias’ por esa obra realizada ¡Ho tempore! En sólo cuatro días, comenzó y ha finalizado. Todo un logro a la vista de las tareas urbanísticas a las que últimamente nos tienen acostumbrados.

Algún defecto tendrá, el obrar humano no está exento de error. Seguro se corrige. Los baches han dado paso a un firme sólido y seguro. La obra nueva siempre tonifica. ¡Gracias!

Los vecinos hemos tenido que esperar años para que el clamor llegara a los oídos de su autoridad y justamente, antes de las elecciones, el predicamento popular ha sido atendido. ¡Gracias! Y ¡benditas elecciones!

Ahora debe de terminar de hacer la ‘gracia’. No se olvide de nosotros. Ordenar a la Policía Local que por semana pase por el lugar, no a incordiar, no a poner multas, sí a facilitar, ordenar que los repartidores puedan hacer su trabajo, a que suministradores, comerciales y reparadores puedan acceder a los domicilios, que queden tranquilos y nunca sean objeto de sanción por conductas intranscendentes.

Haga usted de Avilés una ciudad amable, en el supuesto continúe con la autoridad.

Hay que recordarle, señora Alcaldesa que el barrio, esas calles que definen una zona, donde conviven vecinos que de vista todos se conocen, ésa es la patria de todos ellos. Su comunidad, donde hacen vida.

¡Gracias … doña Mariví!

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