balcón al muelle

La debacle del pequeño comercio

La ciudad despide a la tienda más longeva del grupo Inditex tras una década en la que Avilés registró un retroceso de 65 negocios

Covadonga Jiménez

Covadonga Jiménez

La tasa de mortalidad de los nuevos negocios sigue siendo demasiado grande. Según algunos estudios, pasar de cinco años de existencia es una edad a lo que solo llegan una de cada cuatro pymes de reciente creación. Si se le pregunta a un emprendedor qué es lo que le llevó al cierre las respuestas son variadas pero siempre destacan dos: la mala suerte y que no acertaron con el modelo de negocio. El comercio es el sector más perjudicado del trabajo autónomo (y emprendedor), con 19.000 cierres en el conjunto de España en 2022 y 6.700 más sólo en enero de este año. Su sangría se acelera con el cierre de más de 215 locales al día este 2023.

La debacle del pequeño comercio

La debacle del pequeño comercio / Covadonga Jiménez

La despedida, esta semana, a uno de los comercios más longevos en la ciudad, la cadena Zara, del grupo Inditex, tras 41 años presente en Avilés es una mala noticia para todos. En este caso conviene recordar no solo el efecto para la economía local sino también para las personas que se han involucrado de manera emocional en ello. La plantilla de la tienda de Zara en Avilés era despedida anoche con una cariñosa pancarta en la que se les hacía ver que "la ciudad no será igual sin vosotras". No será igual, en ningún caso.

Un empleado motivado es un extra en un equipo de trabajo, igual que una plantilla orientada en los objetivos de la compañía es un plus en el día a día. De lo contrario, lo más probable es que todos salten del barco a la más mínima dificultad, lo que llevará al negocio –sea cual sea– al fracaso más absoluto.

Tanto en el comercio de proximidad como en cualquier negocio que se emprenda más vale hacerlo acompañado que solo y aunque la mala suerte se corrige insistiendo, cambiar un negocio es algo que se puede hacer siempre que existan recursos disponibles. El cierre de Zara no hará más que engordar la estadística de empresas que en Avilés han tenido que bajar la persiana de forma definitiva en esta crisis. Como informó en días pasados este diario, ha sido un cóctel en el que el retroceso demográfico de la ciudad, los coletazos de la última crisis y el incremento de los costes, junto con las consecuencias todavía presentes de la otra gran crisis, la sanitaria, y la falta de relevo generacional lo que explica el cierre de 65 comercios minoristas de 2012 a 2021, según datos de la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (Sadei). Esto supone haber pasado de 430 tiendas abiertas a 365. Y en esta última década el total de empleo en el sector el comercio minorista de Avilés ha disminuido desde 3.530 puestos de trabajo a 2.955 (2.139 asalariados y 816 autónomos).

Responsables de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos de España reconocían que ante esa realidad un comerciante de Avilés no puede competir con Zara, que pone rebajas en el segundo día de temporada, o con los grandes descuentos del "Black Friday" o "los días sin IVA" de las grandes distribuidoras. "El reto es transformarse y singularizarse", reconocen desde el gobierno local. Y en ese punto donde Avilés necesita reunir toda la fuerza posible para evitar otra sangría comercial que acabe por destruir una de las bases de la economía local.

En 2022 Avilés perdió casi un centenar de comercios de proximidad, según Upta. "Es una deriva que hay que frenar", piden los autónomos. Queda trabajo por delante. El auge del comercio electrónico, la fiebre de los descuentos permanentes y los costes disparados hacen plantearse una reacción urgente.

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