A la memoria de Marienca

Manuel Vigil Rubio

Manuel Vigil Rubio

María de la Encarnación Méndez Sánchez, Marienca, con solo 62 años se ha apartado hoy fuera de nuestra vista. Jefa Médica del Hospitalillo de Arcelormittal se ha despedido físicamente de nosotros. Hace 2 meses tras un desfallecimiento en el trabajo fue explorada en el Servicio de Radiología del Hospital Grande Covián de Arriondas y el radiólogo del centro le dijo, lo siento muchísimo, pero tienes un tumor tan extendido que no existe ya remedio. El radiológo se llama Benigno Méndez y es su hermano.

Hace 40 años siendo responsable de los Servicios Médicos de Ensidesa recibí a Marienca como becaria y pasó a formarse en el Servicio de Neumología y Cardiología. Cuando acabó su contrato, el doctor Prado, Jefe del Servicio, me dijo: me has quitado mi brazo derecho. Trabajadora, comprometida, inteligente y brillante llegó a ocupar la Jefatura del Servicio Médico de Avilés, el llamado Hospitalillo.

Como si me contara un caso clínico de un paciente desconocido me habló de su situación clínica irreversible, con tranquilidad, con una entereza tal que descolocado le dije, no encuentro palabras adecuadas para responderte.

Yo aprendí que San Agustín es la respuesta me dijo. Pero no refería al hospital de Avilés, hablaba de Agustín de Hipona, el patrón de Avilés: La muerte no es el final, solo pasas a la habitación de al lado. Por eso no tengo miedo solo pena de dejar totalmente solo a Benigno. No uséis un tono diferente, no toméis un aire solemne y triste, seguir riendo de lo que nos hacía reír juntos, seguía citando a San Agustín.

Vaya última lección nos has dejado, si, no estas lejos, solo al otro lado del camino.

Comprometida como era con su trabajo, ha querido que en su funeral ondearan las banderas de Asturias y de ArcelorMittal.

Y Benigno, no estás solo. Los miles de pacientes que has diagnosticado y la imprescindible ayuda a los médicos con tus informes, te acompañamos todos los días.

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