Opinión | La columna del lector

Francisco Presas Brandy. Avilés

Destino casual y Casal vive

El pasado 22 de septiembre se cumplían 33 años que un grave accidente dejaba sin vida a José Celestino Casal Álvarez, más conocido como Tino Casal, natural de Tudela Veguín, nacido el 11 de febrero de 1950. Paralelamente, en Medina del Campo dábamos sepultura a Ángeles, mi novia de dos años de relación, con una distancia considerable, motivo por el cual no asistí a dar el último adiós a Tino.

Tino tuvo un accidente a hora temprana (le gustaba grabar a primera hora, después de vivir horas noctámbulas). Tino era un vampiro de la noche madrileña –lo refleja perfectamente en su tema "Los pájaros", dedicado a la gente de la noche.

El 22 de septiembre de 1991 se despidió físicamente, pero dejó entre nosotros su magia y su buen hacer musical, sus esculturas, sus pinturas, su estilo –adquirido en su estancia en Londres–, la forma personal y estrambótica para algunos, normal para otros.

En Londres se impregnó del "glam" de "Duran Duran", de "Depeche Mode". Tino era un hombre adelantado a su tiempo, perfeccionista en su trabajo, con unas letras superoriginales y unos arreglos y equipos de grabación que volvían loco a su productor, Julián Ruiz, ingeniero de sonido, locutor de radio –recuérdese el programa musical "Plásticos y decibelios"–, hasta el punto de negarse a grabar si Julián Ruiz no le conseguía los equipos de los citados grupos ingleses; para muestra, un botón: escúchese su último disco grabado, "Histeria", en 1990.

Me gustaría resaltar la parte humana de Tino, cuando tuvo un esguince de tobillo previo a una gira nacional y por no dejar a doce familias que dependían de él se sobredosificó de corticoides que le produjeron una necrosis de cadera y una posterior operación.

Tampoco debo dejar de lado la dejadez de las autoridades políticas y demás por la falta de homenajes a este gran genio que, de seguir existiendo, hoy hubiera sido, sin duda alguna, estrella del pop y del glam a nivel internacional.

El pasado mes de julio se celebraron unas jornadas promovidas por la UNED sobre la obra de Tino: masculinidad, androginia en el "glamour neorromántico". Esperemos que estos eventos y similares sigan aconteciendo y no olvidemos a nuestro genio.

Aunque hayan pasado 33 años, no te olvidaré. Ángeles y Casal viven, de eso doy fe.

Gracias a ambos.

Suscríbete para seguir leyendo

TEMAS

  • Londres
  • Gente
  • Tudela Veguín
  • Tino Casal
Tracking Pixel Contents