Opinión

Ideas

Alianzas políticas frustradas y programas para afrontar los problemas de los ciudadanos

Finaliza el año en la comarca en crisis. No solo la industrial, que preocupa en todos los ámbitos sino otra más profunda. La de la falta de ideas en los partidos políticos. La crisis no es del PP ni del PSOE, sino de un sistema de formaciones políticas planteadas en no pocas ocasiones como parásitas del poder, cuyo único fin es acumularlo y mantenerlo sin importar para qué. En los procesos electorales más recientes ya se evidenció la falta de proyecto y programas en algunas formaciones para enfrentar los problemas que acucian a los ciudadanos. Y esa orfandad de ideas convierte en inútiles los propios procesos electorales.

Cuando toca despedir el año, es momento de pasar revista a los compromisos cumplidos y los pendientes, las tareas por desarrollar para 2025 y las pendientes de reclamar cuando hay deudores de sus compromisos con el territorio. Esto último se ha hecho especialmente visible en los últimos presupuestos regionales, que en municipios de la comarca gobernados por partidos de signo distinto al de la comunidad autónoma han visto mermada su disponibilidad de recursos para el próximo año.

Andan cortos de ideas nuestros gobernantes también cuando las alianzas entre diferentes partidos, tan normales en las democracias modernas, carecen de planes de futuro o de programas conjuntos. Veáse el caso de Avilés y el difícil equilibrio para mantener vivo el pacto bipartito, que únicamente se activa para criticar al de enfrente. Eso sí me parece grave. Si existiera un buen proyecto de los partidos políticos y se tomaran en cuenta las convergencias, no existiría ningún problema. Por eso es tan importante, en ocasiones, ver lo que pasa más allá de nuestro fronteras. De La Cruz de Illas, de la "Y", del Pajares, e incluso de los Pirineos o hasta de las Azores.

Que nadie se rinda en la actual crisis de representatividad. ¿Serán los partidos políticos capaces de transformarse para evitar su propia desaparición? Nos encontramos en un momento de mutación y los partidos forman parte de este proceso de mutación. En cualquier caso, lo que se espera de ellos es que representen o bien sectores de la sociedad o bien ideas. Y tal parece que no están cumpliendo ninguna de esas dos opciones.

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