Opinión | La espinera

La abuela Fuster

Una mujer autodidacta, cinéfila y muy independiente

La mujer que más me ha influido en la vida, has sido tú, abuela Fuster. Me gusta llamarte así para destacar tu apellido, que forma parte de mi seudónimo y también para evidenciar el origen levantino de tu padre, mi bisabuelo, que navegaba y se desposó en segundas nupcias, pues estaba viudo, con Feli, tu madre. Ignoro cómo se conocerían. Supongo que en alguna escala realizada en el puerto de Avilés.

Quizás fuese amor a primera vista o un amor maduro y fruto de la reflexión, no lo sé. El caso es que se casaron y se establecieron en la calle de Los Telares. Trajo consigo a Bautista, hijo de su anterior matrimonio, y recuerdo que me contabas que Bautista fue desde siempre tu hermano favorito.

La abuela Fuster quiso estudiar Historia, pero pocas mujeres iban en aquellos tiempos a la Universidad; por eso te convertiste en autodidacta leyendo todo lo que caía en tus manos. Te encantaba el cine. Conocías los nombres de los actores y actrices de la época y te entristeciste bastante con la muerte de Marilyn Monroe, cuando yo aún no había nacido. Siempre pensaste que fue una víctima y que estuvo siempre muy sola, a pesar de su vida glamurosa.

La abuela Fuster, al no poder estudiar en la Universidad, quiso ser sombrerera, pero tampoco pudo, pues como le dijo su madre: "Pocos sombreros vas a vender en Avilés y a París no vas a poder ir". Así que ya desde bastante niña asumió la realidad que tocaba y optó por ser bordadora.

Era muy independiente, a pesar de ser la última de los hermanos y hermanas. Se le consideraba muy inteligente, era la que hacía las compras y hasta regateaba el precio en el mercado, pues había que tratar de llevar a casa lo mejor, pero a un buen precio, pues, desde luego, no se nadaba en la abundancia.

Conociste al abuelo Paco, tu marido, siendo muy niña. Viste que nadaba muy bien en la ría de Avilés y tenía el pelo muy rubio. Pero serían bastantes años después cuando formalizaríais vuestro noviazgo:

Tu padre ya había fallecido hacía unos cuantos años y huíais de los bombardeos sobre Avilés a pie, tú, tu madre y tus hermanas. Pretendíais ir a San Juan de la Arena, donde residían algunos familiares. Entonces, la bisabuela Carmen, madre de Paco, al veros pasar por delante de su casa en Raíces dijo: "A dónde vais, quedaros aquí…"

Más adelante continuaré con la historia.

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