Opinión
El agua en una cesta
El uso precoz de herramientas digitales
Menores, escuelas, dispositivos electrónicos y familias componen un cuadrado crítico para el aprendizaje en la sociedad de hoy.
Hay quienes dudan de los resultados del empleo de soportes digitales en la educación en los más jóvenes. Algunos países, como Suecia, han empezado a revisar su estrategia digital en las escuelas volviendo a los libros encuadernados.
No pocos expertos dicen que el uso precoz de herramientas digitales limita el desarrollo intelectual. Al igual que hace no mucho tiempo se puso en cuestión el uso de teléfonos móviles en las aulas, ahora se cuestiona el uso de las Tablet como herramienta de estudio.
Una cosa es determinar qué deben aprender los menores en relación con el uso prudente de los dispositivos digitales y otra cosa bien diferente es que cuestiones básicas, como la escritura o el dibujo manual, el cálculo, la comprensión geográfica del mundo o el desarrollo de habilidades relacionales, sean sustituidas por funciones digitales.
La normativa general en materia de Educación no obliga al uso de dispositivos electrónicos, ni a que los centros se los proporcionen a los alumnos, por lo tanto, el coste de su adquisición, mantenimiento y, en su caso, reposición, ha de correr por cuenta de las familias, lo que podría convertirse en un claro elemento de inequidad.
El brote de oposición al uso de las tablet en la educación no universitaria no debe conducir a lo irracional. Existen numerosas opiniones entendidas y encendidas en favor y en contra; tal vez en lo único que hay consenso es en la necesidad de formar a los menores en el uso de los dispositivos y en los riesgos que entraña un uso imprudente y excesivo. Se empleen o no en algunas etapas en la formación no universitaria, es el cuarto lado del cuadrado, las familias, el que determinará que los jóvenes sepan utilizar esos dispositivos correctamente o que, como el agua en una cesta, el ocio y las relaciones se cuelen por alguna de las oscuras rendijas que ofrece sin control el espacio web.
No quiero terminar sin compartir el dolor por las víctimas del accidente de la mina en Degaña. La brutal descripción que hace Víctor Manuel en "La Planta 14" ha vuelto a repetirse. De nuevo familiares acercándose a la bocamina en busca de noticias. Nuevamente el patrón en el punto de mira. Nuevamente la rabia contenida en forma de estruendoso silencio.
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