El caos informativo del apagón

◉ Se fue la luz en España y esto es lo que pasó en los medios de comunicación: la prensa perdió el 40% del tráfico en Google Discover, que es la mayor fuente de tráfico de Internet para las ediciones digitales de los diarios. El apagón eléctrico masivo de este lunes en España tiene ese otro dato. Pese a la cobertura de la última hora del colapso eléctrico que dejó a oscuras todo el país durante varias horas hasta el restablecimiento de la electricidad, los medios sufrieron, como tantos servicios esenciales, las dificultades para continuar su labor de informar a la población sobre lo que estaba pasando. Si bien esa circunstancia disparó el consumo de noticias en España en un 388%, solo la vetusta radio a pilas logró salvar los minutos en que todo se había quedado en silencio.

Y ese apagón, que pasará a la historia de nuestro país por ser uno de los sucesos con mayor impacto económico, social y emocional de los últimos tiempos., obligó a los medios a tratar de ordenar ese pequeño caos. Igual que sucedió en una ocasión anterior: cuando estalló la pandemia del covid. Tocó ordenar los datos para hacer un periódico que en las primeras horas del día parecía casi imposible ante la falta de información y la incertidumbre general. Hubo que levantar los equipos ‘caídos’ para hacer una narración casi en directo de lo que la gente estaba viendo en la calle –que todo estaba parado– y se logró, como en otras tantas crisis, presentar de forma ordenada para el lector lo que comenzó siendo un auténtico embrollo sin explicaciones oficiales.

A quienes nos tocó combinar el transistor a pilas con la rapidez de la página web, nos llevó a proceder como en otros tantos casos de emergencia: maximizando la autonomía de los equipos, tratando se seleccionar lo imprescindible en medio del caos, buscando historias cercanas –aún sin conexión a Internet en los ordenadores de la redacción– y preguntando aquí y allá donde reinaba la incredulidad y el desconcierto para buscar respuestas en un momento en que realizar una simple llamada teléfonica era un gesto de extrema dificultad.

Echamos en falta igualmente haber sido en la jornada del apagón aquel servicio esencial que se nos consideró en otra emergencia de país, para no haber fallado en los minutos de ‘silencio’ informativo de este lunes. Hubiera sido de gran ayuda para no extender bulos, noticias falsas u otros mensajes.

En este 3 de mayo, Día Mundial de la Libertad de Prensa, que sirve como recordatorio para los gobiernos de la necesidad de respetar su compromiso con la libertad de prensa, y también es un día de reflexión para los profesionales de los medios, se impone realizar un diagnóstico sobre los desafíos que afronta la profesión. Los indicadores políticos, socioculturales y de seguridad de los periodistas analizados por Reporteros sin Fronteras (RsF) en su última clasificación mundial sobre la libertad de prensa a nivel mundial sitúan a España en el puesto 23 de la lista, el mejor resultado de su historia. A nivel global, la organización alerta de que las condiciones para ejercer el periodismo son ‘malas’ en la mitad de los países del mundo. Trabajar por un periodismo valiente, que incomode y no se limite a complacer a los poderosos es una garantía para la sostenibilidad de los medios pero también para evitar la desinformación ante eventuales nuevas crisis.

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