Opinión

Armageddon

La lucha entre el bien y el mal en Gaza y Ucrania

Aunque el Real Avilés Industrial será hoy tema central en corrillos y tertulias, no lo será en esta tribuna; tiempo habrá para reflexionar sobre el club de fútbol de mayor categoría de la ciudad y, aunque se nunca se mencione, de la comarca.

Pero hoy me pide el cuerpo dejarme llevar el recuerdo de una conocida película en la que la humanidad estaba atemorizada por la llegada de un enorme meteorito potencialmente devastador. El título de la película se refiere a la batalla de Armageddon, la lucha entre el bien y el mal para alumbrar un mundo nuevo de paz y justicia.

No se me ocurre mejor título para esta tribuna ante el horror que un país supuestamente moderno está produciendo en un pequeño corredor de tierra, 365 kilómetros cuadrados, la llamada Franja de Gaza, cuya longitud, 41 kilómetros, es menor que la distancia entre Avilés y Villaviciosa. En este pequeño territorio, una de las áreas más densas del mundo, viven más del doble de habitantes que en Asturias. Comprenderán que la probabilidad de que mueran unas cuantas personas si se bombardea ese territorio, es bastante alta. Si se hace de manera continuada durante más de año y medio, el resultado no puede ser otro que el que vemos diariamente en todos los informativos.

No es el único horror que vemos a diario; incapaz de volverse invisible, pese al estruendo de Gaza, Ucrania lleva más de tres años tratando de defender su territorio a costa de miles de vidas, mientras el país invasor sigue insistiendo en su expansión imperialista.

Dos ejemplos conocidos, pero ¿cuántos más hay que no salen en las pantallas de televisión? La moderna batalla de Armageddon no parece caer del lado de los buenos, seguramente porque no hacemos todo lo posible para que sea de otro modo.

Pero tampoco hay que irse lejos para ver la deriva de nuestro tiempo, basta con conectarse a un informativo para tener el deseo de colocar en la cocina una quinta bolsa de basura donde tirar el hedor de las cloacas y echarlo al fuego.

Mientras tanto, el verano nos traerá de nuevo miles de visitantes y, cómo no, los agentes del GREIM (Grupo de Rescate e Intervención en Montaña), de la Guardia Civil, volverán a rescatar a quienes por imprudencia o por mala fortuna, sufren un accidente en el monte. Hay cosas que, pese a todo, además de necesarias, funcionan bien.

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