Proaza / Santo Adriano,
V. DÍAZ PEÑAS
Roberto García comparte su vida con «Paca» y «Tola» desde hace doce años. Es quien mejor conoce a las osas y se muestra optimista con respecto a la primera prueba de fertilidad que se les va a realizar. Además, espera aprender mucho de un proyecto que, aunque es bienvenido, «debería haberse puesto en marcha hace años». Consciente del revulsivo que supusieron «Paca» y «Tola» para los valles del Trubia, afirma que todo el mundo quiere que las osas sean madres. Ahora, dice, lo principal es ofrecer tranquilidad a los animales para que el proyecto sea un éxito; por ello, pide su colaboración a los visitantes.
-¿Cómo han vivido las osas la mudanza de estos días?
-Están acostumbradas, pues se han trasladado muchas veces. Son reacias a los cambios, pero ahí es donde entra la paciencia. Por eso buscamos ahora máxima tranquilidad para los animales, y más cuando estamos empezando.
-¿Qué opina del proyecto?
-Es importantísimo porque nos va a decir si «Paca» y «Tola» son fértiles y si podemos sacarles esas crías tan ansiadas por toda la gente que viene a verlas. Todo el mundo quiere que sean madres. Vamos a ver si es posible, aunque todo puede salir mal.
-¿Por qué monta natural?
-Es lo más fiable. A día de hoy nadie en el mundo ha conseguido algo con reproducción asistida en osos pardos.
-¿Cómo han sido los primeros días de las osas con su nuevo compañero?
-«Furaco» ha estado marcando el territorio. El primer día, ellas se quedaron en su cercado. Poco a poco las acerco, para que se vean además de olerse. Hay que esperar a los días de celo fuerte, que será cuando los juntaremos.
-¿Qué espera de esta primera prueba de fertilidad?
-Espero que todo salga bien, que aprendamos mucho, que haya una continuidad y que haya compromiso. Deberíamos saber manejar bien a nuestros osos, ya que somos la región con más ejemplares en la Cordillera. Eso nos obliga a saber cuanto más mejor.
-¿Llega tarde el proyecto?
-Es bienvenido, pero, si se hubiera hecho antes, ellas serían más jóvenes y ahora tendríamos experiencia y estaríamos hablando de hechos, no de supuestos.
-¿Qué osa tiene más posibilidades de quedar preñada?
-«Paca» es más temprana en todo; ahora bien, no sé si aceptará. «Tola» es más nerviosa. Hay que observar los comportamientos de los animales. El macho está acostumbrado, la duda está en ellas.
-¿Cómo se organizarán las visitas en estos meses?
-Haremos visitas concertadas y habilitaremos entradas que podrían ser de 11 a 13. Asumo que la gente quiera verlas a todas horas, pero tienen que entender que necesitamos máxima tranquilidad. El jaleo por la novedad y la temporada alta puede ser malo, por lo que hay que intentar ordenar y educar a la gente para que esto no sea un circo.
-¿Cómo llamaría a los oseznos si todo sale bien?
-Esa pregunta deberíamos hacersela a los asturianos y a todos los amigos de «Paca» y «Tola». Sería un detalle.
-¿Qué pensó cuando le dijeron que tenía que cuidar a las osas?
-En principio, dudas, nervios e incógnitas. Desde el primer momento asumí la responsabilidad que supone estar a cargo de dos osas pardas cantábricas, que tienen una historia que todo el mundo conoce y que son muy valiosas por su pureza genética. Poco a poco te vas involucrando, informándote, asesorándote, intentando ser bueno.
-¿Cómo fueron los primeros años con «Paca» y «Tola»?
-No fueron muy duros. Tuve que elaborar los menús, los horarios de las comidas, las atenciones al público, el mantenimiento del cercado, etcétera. Estuve un año y medio sin descansar. Cuando trabajas con animales hay que tener mucha paciencia, ya que tienen un período de aprendizaje en el que no puedes perder los nervios.
-¿Ha aprendido algo de ellas durante estos años?
-Para que te respeten es primordial respetar tu primero. Los osos son animales muy listos; si creas una relación con más odio que amor la cosa no funciona. Eso sí, con el sentido común al día: por mucho que te aprecien, no dejan de ser osos.
-¿También son claves en la concienciación ambiental?
-Son un claro y vivo icono contra el furtivismo y también de nuestra comunidad.
-¿Como las definiría?
-Son mellizas, pero no se parecen en nada. «Paca» es más menuda y vaga. «Tola» es más activa y nerviosa, incluso es la que más voces da cuando discuten. Sin embargo, su hermana actúa y, al ser demasiado lista, manipula a «Tola».
-¿El mejor recuerdo?
-Cuando las conocí, que me parecieron animales fantásticos. También el día a día, cuando te van haciendo caso y cuando la gente te da la enhorabuena y te felicita por tu trabajo.
-¿Y los malos?
-Cuando se rompió el cercado por un argayu temí por la vida de «Paca». Estaban hibernando y pensé que podía haber quedado sepultada. Cuando estuvieron en el parque de la naturaleza de Cabárceno también lo pasé mal, ya que las tenía que dejar allí.