Gijón, Pablo TUÑON

Hace dos años dieron un paso de gigante al estrenar campo de hierba artificial y ahora continúan creciendo. El Manuel Rubio ha ido ganando en prestigio con el tiempo. Actualmente en su cantera se forman 280 chavales, desde prebenjamines hasta juveniles, además de contar con un equipo que compite en Primera Regional. «Hemos mejorado mucho en calidad, además de en otras cosas», asegura José Manuel Junquera, presidente del club.

Lo cierto es que el nivel deportivo del Manuel Rubio ha subido mucho con la experiencia. Su equipo absoluto se mantiene sexto en Primera Regional, sin perder de vista a los puestos de ascenso. «Es un equipo curioso y todavía no decimos que no al ascenso», proclama Casimiro Álvarez, vicepresidente de la entidad.

Pero si hay una formación que esté sorprendiendo es la del juvenil «A», que se mantiene primero en la segunda categoría. Van camino de recuperar una plaza en la Primera División, de donde bajaron hace años. El equipo compite de forma magistral, con jóvenes talentos como el potente central africano Moses Okafuede o el goleador Adrián Fernández.

En cadete la situación es diferente, con un equipo que lucha por mantenerse en la Segunda División y otro que permanece en Tercera. Los infantiles van un poco mejor. El «A» mantiene el tipo en Segunda y el «B» y el «C» se encuentran en Tercera. Este último, entrenado por los jugadores del regional «Chechi» Victorero y Carlos Álvarez, es otro conjunto que promete. Permanece invicto en el grupo 5 de Tercera Infantil, lo que les ha valido para ganarse el sobrenombre de «rodillo», al pasar por encima de sus rivales. Las generaciones más pequeñas también vienen apretando fuerte, con cuatro equipos alevines, dos benjamines y tres prebenjamines.

Pero en el Manuel Rubio no hay lugar para el conformismo. Por eso están esperando por la construcción de un campo de fútbol 8 anexo a sus instalaciones y por una cubierta para la pista de fútbol sala de los más pequeños. Además pretenden repetir en verano el campus que estrenaron con éxito la pasada temporada estival y continúan con las labores de formación en la Escuela Deportiva de las Dominicas. Con trabajo y esfuerzo se han puesto los mimbres de una sólida y creciente cantera futbolística. Y además, ilusión no les falta.