Un bar irlandés de Sant Antoni ha publicado un vídeo en su perfil de Facebook en que se ve cómo un joven en evidente estado de embriaguez pretende entrar en el local.

El portero, quien no quiere dejarlo pasar, le asegura que antes de entrar en el bar debe pasar un control de alcoholemia. El joven borracho acepta. Pero el portero no tiene en la mano un alcoholímetro, sino un walkie-talkie. El extranjero no se percata de que le quieren dar gato con liebre y sopla en la antena del walkie. Dos veces.

Tras hacerlo, el portero le enseña la pantalla del walkie y le informa de que ha dado positivo. El joven, convencido de que acaba de utilizar un alcoholímetro, acepta que no le dejen acceder al local.