Los españoles tienen una conciencia ambiental alta, semejante a la de Noruega o Suecia, y más de la mitad, casi el 60 por ciento, estaría dispuesto a pagar más en el impuesto anual de circulación para prevenir el cambio climático y sus efectos.

Estas son algunas de las conclusiones del Barómetro "Los españoles ante el cambio climático" del Real Instituto Elcano, basado en una muestra global de entrevistas telefónicas realizadas el pasado abril entre 1.000 ciudadanos residentes en España a partir de 18 años.

Del total de españoles dispuestos a pagar más tasas de circulación, destaca la diferencia en cuanto al nivel de educación e ideología política entre ellos: el 65 por ciento tiene un nivel educativo superior frente a un 52 por ciento con estudios obligatorios y son los de partidos de derechas los más reticentes a pagar más.

La encuesta también revela, que en dicho impuesto circulatorio, el 35 por ciento de los automovilistas españoles estaría a favor de abonar menos de 30 euros, el 43 por ciento entre 31 y 60 euros y el 43 por ciento entre 61 y 90 por ciento; la media aritmética es de 46 euros adicionales cada año en el impuesto de circulación.

El nivel de conciencia ambiental en España es de 3,69 puntos en una escala de uno a cinco, dato muy similar al registrado en otros países desarrollados y occidentales: 4,22 en Suecia, 3,81 en Estados Unidos y 3,69 en Noruega; en general, ese grado de conciencia es mayor entre quienes viven en poblaciones grandes y se declaran de izquierdas.

Respecto a la pregunta sobre la mayor amenaza a las que se enfrenta el mundo, el 56 por ciento ha respondido, que el cambio climático es la mayor de las advertencias, por delante de los conflictos armados, y solo el 54 por ciento se considera "muy responsable" del mismo, de los que el 61 por ciento son mujeres.

Los ciudadanos siguen achacando la responsabilidad de los problemas climáticos a las industrias en primer instancia con el 72 por ciento de las respuestas, seguida al Gobierno con el 69 por ciento de la culpabilidad, ha incidido Lázaro.

El 92 por ciento afirma que los humanos son los principales responsables por el uso de carbón, petróleo y gases de efecto invernadero, un porcentaje que aumenta entre quienes son de izquierdas, el 96 por ciento y desciende entre los de derechas, el 84 por ciento.

El barómetro también pone de manifiesto que el 94 por ciento de los encuestado está a favor de que España dedique parte de sus presupuestos para compensar daños como olas de calor, sequías e incendios forestales, aunque el 89 por ciento de los ciudadanos aboga por destinar una cantidad inferior a los 600 euros.

En un hipotético reparto de un billete de 500 euros entre los ciudadanos, los españoles destinarían 274 euros a plantar árboles y a limpiezas en los bosques, otros 123 euros irían a mejorar el conocimiento sobre fenómenos climatológicos adversos, y solo 103 euros se dedicarían a otras mejoras y al aumento de equipos contra incendios .

Aunque para el 81 por ciento de los ciudadanos, España no hace los suficiente para mitigar el cambio climático, el 83 por ciento está de acuerdo con la aprobación de una Ley de Cambio Climático y Transición Energética, en la que se incorporen normas más ambiciosas en reducción de emisiones y en una transición hacia renovables.

En este sentido, es muy significativo que el 91 por ciento de los encuestados opine que las tesis científicas deben prevalecer sobre las opiniones de los políticos, a la hora de tomar decisiones en esta futura ley.

Dentro de los apoyos a la ley climática, hasta el 71 por ciento de los españoles esta de acuerdo que el Estado financie nuevas formas de energía, aunque esto suponga menos recursos para investigar otros asuntos, y un 56 por ciento se muestra dispuesto a pagar más impuestos por emisiones de CO2.

Respecto a la prolongación de la vida de las centrales nucleares solo el 24 por ciento de los encuestados se declara a favor de alargar su vida tanto como sea posible.