Greenpeace despliega una pancarta gigante en Atocha
Activistas piden al Ministerio de Transportes "que apueste por el ferrocarril frente al avión y al coche"
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Activistas de Greenpeace han desplegado esta mañana una pancarta sobre las vías de la estación madrileña de Atocha en protesta por "la falta de trenes en verano" y para demandar al Ministerio de Transportes "que apueste por el ferrocarril frente al avión y el coche".
En la pancarta se leía la frase "Ábalos: faltan trenes, sobran aviones" y con ella los ecologistas han querido exigir al ministro "que apueste clara y decididamente por el ferrocarril como elemento clave para la descarbonización del transporte".
Según ha informado Greenpeace, un viajero en tren "emite hasta 20 veces menos CO2 que si viaja en avión" y por eso han denunciado "los recortes" que, afirman, se han producido este verano en los trenes AVE y Larga Distancia "bajo el pretexto de la bajada de la movilidad".
Aseguran que España ha aprobado "rescates a la aviación" que han supuesto hasta ahora ayudas de 1.010 millones de euros "de dinero público" a Iberia y Vueling y que en breve lo hará también con Air Europa para evitar su quiebra, lo que, añaden, "serviría para facilitar la operación de compra" de esta compañía "por parte del Grupo IAG, el holding de Iberia y British Airways".
Greenpeace, que en junio pasado desplegó otra pancarta ante el Congreso para exigir que no se subvencione con dinero público a empresas "que dependan masivamente" de combustibles fósiles, exige a Ábalos que cualquier "medida de rescate" cumpla "estrictamente" el Acuerdo de París de reducir las emisiones del sector aéreo.
Proponen asimismo acabar con los vuelos cortos operados por aerolíneas del grupo IAG, que se prohíba el reparto e beneficios y de dividendos y que cualquier rescate público a las aerolíneas "se destine a proteger los salarios y las condiciones de las personas trabajadoras".
La organización ecologista denuncia también la supresión del servicio de trenes nocturnos, de la atención a bordo "mientras hay 2.000 personas de tripulación en ERTE" y asegura que todo ello encarece el transporte ferroviario y "empuja" a los viajeros "a ir en avión o en su coche" por falta de servicio.
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