Un estudio dendrocronológico elaborado por la Universidad de Valladolid (UVa) para Bosques Sostenibles confirma la "correlación negativa" entre el incremento de las temperaturas y el crecimiento de los bosques, que "se hacen más sensibles y la regeneración natural, más complicada", ha explicado a Efe Elena Álvarez, socia fundadora del proyecto.

"Llevamos más de diez años trabajando en la recuperación de bosques en España y recientemente también en Portugal y este análisis no hace más que confirmar lo que hemos visto sobre el terreno", afirma Álvarez, respecto a la importancia de una "intervención y una gestión activa" de los bosques que compense los efectos del cambio climático y, además, facilite vías para la compensación de huella de carbono de empresas, administraciones y particulares.

El estudio de la UVa se llevó a cabo en la Reserva Natural del Valle de Iruelas (Ávila), afectada por un incendio en 2019, y donde Bosques Sostenibles tiene previsto intervenir con una campaña que lleva por título 'La verdad de los árboles'. Los expertos analizaron diez ejemplares que murieron en el siniestro y otros diez que lograron sobrevivir y después compararon los datos facilitados por sus anillos que, entre otras cosas, permiten determinar si el árbol tuvo un crecimiento rápido (según el volumen de la parte clara de los anillos) o más lento (la parte oscura).

"Los troncos muertos fueron talados y se obtuvo un corte de sección, de cada uno", ha precisado a Efe el ingeniero de montes David Sánchez, mientras que a los vivos "se les practicó una barrena forestal para obtener la muestra, que se saca perpendicular al eje y hacia dentro, lo que no afecta al árbol".

Los datos obtenidos fueron cruzados mediante un software específico con las series temporales de clima disponibles, entre 1959 y 2015, y las conclusiones certificaron la relación del crecimiento de los árboles con los datos climáticos, al confirmar la influencia de las temperaturas medias en verano, de las máximas y del volumen de precipitaciones anual. "El aumento de temperatura reduce el crecimiento y también, los veranos secos", ha resumido Sánchez, "algo que parece lógico, aunque la verdad es que el cambio climático no afecta por igual en todas partes".

Lo que sí es definitivo es que "incide en la capacidad de regeneración natural del bosque y ello justifica la intervención, porque la silvicultura puede contrarrestar sus efectos", ha añadido.

Bosques Sostenibles ha trabajado en distintos lugares de la península ibérica, como la sierra de Gredos (Ávila), el cabo de Creus (Gerona) y varios puntos de Cantabria, reforestando "más de medio millón de árboles, casi 400 hectáreas recuperadas", ha indicado Álvarez, si bien "hace falta mucho más" y, de hecho, sólo en el caso del valle de Iruela está previsto actuar sobre 140 hectáreas arrasadas por las llamas.

Sánchez ha subrayado que los árboles predominantes para reforestar esta zona son el pino silvestre y el pino pinaster, autóctonos, aunque también se actuará con robles, rebollos y otras especies. "El éxito será conseguir un porcentaje de supervivencia alto y que tengamos la seguridad de que saldrán adelante por sí mismos, más allá del período de mantenimiento", ha añadido, puesto que apreciar el desarrollo de un bosque requiere períodos de tiempo prolongados. En el caso de las plantaciones con predominio de abedules, "en unos 20 años podemos ver algo frondoso pero, en el de los pinares, necesitamos unos 40 años", ha asegurado.

Además del estudio de la UVa y la reforestación propiamente dicha, 'La verdad de los árboles' incluye la publicación de una serie de textos escritos por Nagore Suárez, la autora de 'La Música de los huesos', en la que dará voz a tres de los ejemplares. "Cada bosque es único y tiene sus particularidades, pero todos al final necesitan lo mismo: ayuda para regenerar lo que ha sido dañado", concluye Álvarez.