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Contra la crisis climática

De científicos a activistas: "No podemos actuar como si nada cuando el mundo se va a la mierda"

Tres científicos explican por qué han abandonado su carrera en protesta por la crisis climática | La plataforma 'Scientist Rebellion' convoca una huelga internacional de investigadores y académicos para reclamar acciones urgentes

Activistas de 'Scientist Rebellion' protestan frente al Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico.

"Si tu casa está en llamas no te quedas en la mesa estudiando el impacto del fuego o reflexionando sobre qué consecuencias puede tener. Si estás en un incendio te levantas y haces lo posible por apagarlo", explica el ambientólogo Víctor de Santos, uno de los científicos que ha abandonado su carrera científica en señal de protesta contra la crisis climática. "Estamos ante la mayor emergencia a la que se ha enfrentado nunca la humanidad. No podemos seguir actuando como si nada cuando el mundo se va a la mierda", relata el ahora activista de la plataforma 'Scientist Rebellion' junto a Mauricio Misquero Castro y Elena González Egea; dos científicos que también han decidido abandonar la ciencia para dedicarse al activismo climático

La historia de rebelión de estos científicos resuena con todavía más fuerza durante la primera huelga internacional de científicos y académicos contra la crisis climática. La iniciativa, convocada durante la primera semana de abril, pretende movilizar a investigadores de todo el mundo, de todas las disciplinas y de todo tipo de entornos en actos de desobediencia civil no violenta para denunciar la falta de medidas para frenar la catástrofe climática. En España, la protesta cuenta con el apoyo de más de 1.000 profesionales entre los que destacan eminencias como Fernando Valladares (científico del CSIC), Marta Rivera Ferre (científica y coautora de uno de los últimos informes del IPCC) y Jorge Riechmann (filósofo y ecologista). 

"La ciencia del cambio climático no está siendo escuchada"

Fernando Valladares - Científico del CSIC

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"La rebelión de la comunidad científica se apoya en una cruda realidad: la ciencia del cambio climático no está siendo escuchada", sentencia Valladares en un artículo sobre la rebelión científica de esta semana. Los impulsores de esta iniciativa denuncian que "las catástrofes provocadas por la crisis climática se producen ante nuestros ojos y a gran escala", que "estamos viviendo a escala global la sexta extinción masiva", con "niveles de contaminación son alarmantes desde todos los puntos de vista" y que, aun así, gobiernos y empresas siguen sin hacer nada para frenar la catástrofe climática. "Llegó la hora de exigir unos cambios", sentencia el manifiesto de la huelga científica, respaldado por miles de investigadores y académicos de 25 países.

Cambio radical

Mientras parte de la comunidad científica se rebela desde sus laboratorios, algunos profesionales han ido un paso más allá y han decidido abandonar la ciencia. Mauricio Misquero Castro, por ejemplo, hasta hace unos meses trabajaba en el estudio de asteroides y basura espacial. Elena González Egea, física de formación, se dedicaba a la búsqueda de signos de vida en otros planetas. A principios de año, ambos investigadores decidieron cortar definitivamente con la academia "por una cuestión de principios". "No tiene sentido seguir aspirando a 'conquistar' otros planetas cuando los informes científicos nos alertan de que el nuestro está en una situación crítica", comenta Misquero. "Qué sentido tiene buscar vida en otros planetas si estamos destrozando la de aquí", añade González. 

El ambientólogo Víctor de Santos, por su parte, también explica que dejó su trabajo como científico por convicción moral. "Trabajaba en una consultoría de energías renovables, pero veía que en vez de impulsar un cambio real solo estábamos poniendo parches", relata este científico. "Decidí dejar mi trabajo porque estamos en una situación de emergencia real y necesitamos impulsar cambios estructurales. El sufragio universal no se consiguió con pequeñas acciones y buena voluntad; se consiguió a través de movilizaciones masivas. Con la crisis climática pasará lo mismo, necesitamos una revolución", reflexiona de Santos.

Despertar ecológico

Tras dejar sus respectivas carreras científicas, de Santos, Misquero y González explican que ahora se dedican en cuerpo y alma al activismo climático en la plataforma internacional 'Scientific Rebellion'. "Organizamos protestas, acciones y charlas para concienciar sobre la gravedad de esta crisis. Hacemos lo posible para cambiar un sistema que está destruyendo el planeta", comenta González. "Nuestro objetivo no es hacer divulgación sobre la emergencia climática, sino explicar la gravedad de esta crisis para incentivar la acción. Si la gente no entiende a qué nos enfrentamos difícilmente se movilizará para reclamar un cambio", comenta Misquero.

"Hacemos lo posible para cambiar un sistema que está destruyendo el planeta"

Elena González Egea - Científica y activista

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La clave para frenar el avance de la crisis climática, explican prácticamente al unísono estos tres científicos y activistas, es "entender que estamos ante una emergencia y actual como tal". "Necesitamos un cambio de paradigma. Y eso no pasa por impulsar las soluciones individualistas como el 'recicla más' o el 'coge menos el coche'. Este cambio tiene que venir de gobiernos y grandes empresas", comenta de Santos. "Las científicas tenemos que ser las primeras en impulsar esta revolución. Porque entendemos la magnitud del problema y sabemos qué tan graves pueden ser las consecuencias si no actuamos ya. Si nosotras no damos el grito de alerta, ¿quién lo hará?", exclama González como voz de la rebelión científica.

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