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Espíritu de juventud en la pista

El equipo de Veteranos Balonmano Valle del Nalón celebró este sábado el memorial "Serafín Hernández" y ya piensa en el Campeonato de España

El equipo de Veteranos Balonmano Valle del Nalón. J. R. SILVEIRA

El pasado sábado, el polideportivo Juan Carlos Beiro de Langreo respiró balonmano por los cuatro costados. En dichas instalaciones tuvo lugar la novena edición del memorial "Serafín Hernández", uno de los exjugadores de este deporte, que formaba parte del equipo asturiano hasta perder la vida en un accidente. La mejor forma de recordar la figura de Serafín fue practicando una de sus pasiones y por ello, cuatro de los mejores conjuntos de veteranos del panorama nacional se dieron cita en Asturias.

Fue el equipo de veteranos del Teka Cantabria el que se adjudicó el título, mientras que el Valle del Nalón concluyó en segundo lugar. Durante más de cuatro horas, la cancha del Juan Carlos Beiro vivió partidos de nivel. El torneo se disputó en la modalidad de "todos contra todos" y con partidos de 25 minutos de duración. Además del elevado nivel de los contendientes, los excolegiados de Primera División Espiniella y Carrera dirigieron los partidos. Ambos acudieron de manera desinteresada a dirigir los distintos partidos.

La igualdad fue la nota dominante de esta competición. Además, tampoco hubo que lamentar ninguna lesión por parte de los contendientes. Los Veteranos del Valle del Nalón cuajaron un buen balonmano durante sus tres partidos. El primer encuentro se saldó con victoria ante el equipo de Avilés, con un marcador de 9-8. En sus siguientes compromisos, los asturianos vencieron a Lugo también por 9- 8, mientras que sucumbieron por 8-11 frente a Teka, conjunto que se alzó con el campeonato.

El torneo contó con la participación de jugadores de gran nivel. Entre ellos destaca la presencia de Manuel Miera, central del equipo de Santander,y exjugador de División de Honor con el Naranco, Michelín Valladolid y Teka de Santander. También participó Manuel Lantarón, con el equipo de Avilés, y anteriormente exjugador del Naranco y el Villa de Avilés.

El rango de edades de los contendientes también fue elevado. Moratón, del Teka Cantabria, jugó con 61 años, mientras que los deportistas más jóvenes contaban con 35 años de edad. El buen ambiente fue la nota dominante de un torneo que concluyó con una cena de confraternización en el Langrehotel.

Dicho torneo es el plato fuerte de la temporada del equipo del Valle del Nalón, un conjunto que nació en el año 2004 y que continúa realizando su actividad para mantener vivo el espíritu de este deporte en la Cuenca.

Cada viernes, entre 10 y 15 personas se juntan en el polideportivo Juan Carlos Beiro a las 21 horas para llevar a cabo sus sesiones de entrenamiento. "Estamos muy contentos de poder seguir jugando a lo que nos gusta", destaca Ceferino Carcedo, actual entrenador del equipo. El único requisito para formar parte del club es contar con más de 35 años de edad. Ni siquiera es preciso haber practicado el balonmano anteriormente. "Tenemos gente en el equipo que nunca jugó, pero que vienen a echarnos una mano", destaca Carcedo.

Una cita marcada en rojo en el calendario de todos los equipos de veteranos es el Campeonato de España. El año pasado, el equipo de la Cuenca representó a Asturias en el torneo disputado en Tordera. Su papel fue positivo, ya que lograron un séptimo lugar, pese a la falta de muchos jugadores, quienes no pudieron desplazarse por motivos laborales. El Veteranos Valle del Nalón ya prepara el próximo campeonato, que tendrá lugar a comienzos de mayo en Lugo. "Allí esperamos contar con el equipo al completo", apunta el técnico. Uno de sus puntales es el excentral del Naranco Iván Abella. Quien ya no forma parte del club es el lateral alemán Jörg Bettmer, que ponía la nota exótica al equipo y tuvo que dejar de participar por motivos laborales.

El equipo de Veteranos del Valle del Nalón continúa con su gran labor en la Cuenca. Pese a la falta de recursos económicos, pequeñas aportaciones como la de la Clínica Martínez Cortina o el Bar Los Repes sirven para mantener viva la ilusión por el balonmano. Todo ello sumado a la ilusión de unos jugadores que recuerdan sus tiempos pasados con las mismas ganas de un deportista que se calza las zapatillas por primera vez.

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