La Sidrería la Tonada volvió a mostrar su cara más amarga este pasado fin de semana, al caer en su propia cancha ante el Monsacro. Los gijoneses se mostraron dubitativos y vieron como su rival se aprovecho en los minutos finales para llevarse los tres puntos del feudo gijonés. La Tonada comenzó mandando en el partido y cerro bien sus líneas de defensa, creando varias ocasiones de gol para alterar el resultado inicial. Fue Cesar en el minuto 9 el que abrió el marcador.
El jugador gijonés definió a la perfección ante la meta rival lo que puso a su equipo mandando en el luminoso. Fueron los mejores minutos locales, pero sus ocasiones no se materializaron en gol y se llego al descanso con un solo gol de diferencia. En la reanudación, la Tonada salió muy bien y se lanzó en busca de su segundo tanto y fue de nuevo Cesar el artífice de este gol. Con suma tranquilidad regateo al meta rival, poniendo el 2-0 a su favor en lo que parecía encarrilar el triunfo gijonés. Por su parte, el Monsacro tuvo la fortuna de acortar las diferencias en un rechace gijonés, lo que les metió de lleno en el encuentro. Este tanto no les sentó nada bien a los gijoneses, que comenzaron a ofrecer su peor cara, con continuas pérdidas y errores en el pase. El Monsacro arriesgo con un quinto jugador de cancha y les salió como anillo al dedo. EL conjunto visitante logró el empate a pocos minutos para el final, y no se conformo. El conjunto visitante apretó hasta el final y a falta de un suspiro marcó el tercer y definitivo gol que les daría la victoria, ante la incredulidad de la parroquia gijonesa.
