El equipo La Manzana de Oro de fútbol sala se define como un grupo de amigos, porque así nació hace tres temporadas y los mismos jugadores que lo fundaron han conseguido dos ascensos y mantenerse invictos en los nueve partidos disputados hasta el momento esta campaña en Regional Preferente. "Jugábamos en varios equipos de fútbol y fútbol sala, aunque nos conocíamos de toda la vida. Nos solíamos juntar para jugar torneos en verano, hasta que decidimos inscribir al equipo en la liga", explica Rubén Abad, uno de los jugadores del equipo castrillonense, aunque está integrado principalmente por avilesinos.
Desde ese momento han jugado un total de 69 partidos y solo han perdido tres partidos y empatado otros cuatro, unos números que son la envidia de cualquier conjunto. Con esa trayectoria, para la presente temporada, la primera en Preferente, no se han resistido a marcarse un objetivo ambicioso, el tercera ascenso consecutivo para colocarse en Tercera División. "Suben los tres primeros y, por el momento, tenemos un buen colchón con el cuarto clasificado, aunque no podemos relajarnos", afirma Abad. Esa ventaja sobre el cuarto clasificado es de diez puntos, mientras que al segundo, el Villa de Candás, ya le saca ocho puntos en la tabla.
Ya puestos a refrendar números, podrían hasta soñar con llegar a categoría nacional (Segunda B), pero eso ya se escapa de sus aspiraciones. "Económicamente es inviable y además somos trabajadores, no profesiones del fútbol, sería imposible viajar, por no hablar de que es un paso grande deportivamente", comenta el jugador del equipo castrillonense.
Y es que el objetivo de La Manzana de Oro no es otro que disfrutar del deporte, pero eso sí sin olvidarse de competir: "Nos gusta competir. Queremos pasarlo bien, pero también llegar a lo más alto que podamos y eso creo que es Tercera División". Los jugadores del equipo vienen de competir en otros conjuntos y, por eso, no dejan de pelear para ganar. "Solo cinco o seis veníamos de fútbol sala, el resto competían en fútbol campo, pero estos tres años de experiencia nos han adaptado perfectamente a la competición", afirma Rubén Abad, uno de los que ya estaba iniciado en el fútbol sala.
Los artífices de todo esto son los jugadores: Darío Martínez, Juanjo Feal, Miguel Amado, Kiko Castellano, Miguel Ángel Gallego, Nacho Molano, Hugo Antuña, Víctor Artime y el propio Rubén Abad. Esta temporada han hecho, además, un fichaje estrella, el del técnico Nacho Montes, que viene de entrenar al Boal en Segunda B, la categoría de bronce del fútbol sala nacional. "Es parte del grupo de amigos y se ha decidido a venir a echarnos una mano. Es una alegría contar con su experiencia", afirma el jugador. Montes comparte las funciones con Daniel Cornide. El delegado, Daniel Castellano, y el presidente del club, Jonathan Busto, completan este grupo de amigos que aspiran un año más a todo.
