Una de las grandes novedades de esta temporada se encuentra en los despachos. María Cuende se estrena como presidenta en la entidad y con su llegada, el club gijonés comienza a experimentar los nuevos cambios que llegan desde la nueva directiva, en la que sólo se mantiene Menchu. Todos suman y ponen su granito de arena para lograr reactivar el club.
Todo cambió a partir de abril con la salida de Manuel Antonio Caso como presidente. El máximo mandatario del Estudiantes hasta entonces, presentó su dimisión tras muchos años al frente en el que logró grandes logros. Su gran valía no queda en la sombra y es muy bien reconocida, pero el empuje y la ilusión de la nueva directiva hacen que el Estudiantes recupere las ganas de competir y recuperar su sitio en el menor tiempo posible. "Se nota más ambiente dentro del club, con la gente muy animada a disfrutar del fútbol y estamos moviéndonos un poco más y organizando chocolatadas o meriendas para formar una familia", afirma la presidenta que, a su vez, añade que "se está formando un grupo humano que esté a gusto alrededor del fútbol".
Las labores en los despachos están más repartidas. Cuende, que además se encarga de ser la tesorera, es una gran conocedora del Estudiantes ya que estuvo durante siete años al frente de la cantina, por donde los jugadores pasan al término de cada encuentro. Allí pudo divisar el ambiente que se divisaba y los posibles problemas que debían atajar para mantener al conjunto estudiantil con vida en un futuro. Sus ideas se transmiten con ilusión y considera que "hemos revolucionado un poco el Estudiantes en la buena dirección."
