El Balonmano Corvera sufrió un duro revés el pasado verano con la escisión del club, pero la directiva se rehizo y se armó de ilusión para afrontar una nueva temporada. La división se hizo notar sobre todo en las categorías inferiores y el club corverano compite este año con siete equipos: un alevín, un infantil, dos cadetes (masculino y femenino), un juvenil masculino, un senior-juvenil femenino, y un senior masculino. En total reúne en torno a los 80 deportistas.
"Está bastante bien después de la división, pero la idea es seguir luchando y consiguiendo críos para tener más equipos el próximo año en las categorías inferiores, que es donde más carencias tenemos porque, por ejemplo, nos falta el benjamín porque sólo había tres o cuatro chavales que juegan con los alevines", explicó el presidente, Javier García.
Los objetivos de la temporada están claros. "Sobre todo disfrutar y competir al mejor nivel posible. También esperamos disputar el regional con opciones de triunfo con el juvenil-senior femenino y mantener el senior para dar salida a los juveniles", explicó el presidente.
La cantera corverana dio varios jugadores de la Liga Asobal, incluidos Garabaya y Costoya, que son ahora sus máximos representantes junto con el lateral derecho Víctor Garrido, que en su primer año senior acaba de fichar por el Grupo Covadonga de Plata y tiene opciones de ascender a Asobal.
El futuro es más incierto. Cada vez es más complicado captar jugadores y Javier García demanda el apoyo del Principado para que el balonmano se incluya en la categoría de iniciación dentro de los Juegos Deportivos, como sucede con el fútbol. "Tienen que cambiar las normas porque en balonmano no empiezan hasta los 7 años y cuando vamos a buscarlos ya juegan al fútbol", señaló.
El balonmano en la calle es una buena iniciativa para ver posibles jugadores, pero el Corvera se encuentra con los mismos problemas. "Descubrimos a muchos críos válidos porque están bien coordinados, pero cuando hablamos con ellos están casi todos en el fútbol", concluyó.
