Cada tarde, el Estadio de Ganzábal se convierte en un ir y venir de niños. Además del primer equipo del Unión Popular de Langreo, allí se ejercitan casi trescientos chavales que forman parte de la cantera del conjunto azulgrana. El Langreo-Eulalia comienza su tercera temporada de vinculación con el Unión y los frutos comienzan a hacerse visibles. "Estamos muy contentos, hay más de trescientos jugadores y se nota que temporada tras temporada son los futbolistas los que quieren venir al club", destaca Secundino Díaz, secretario de la entidad. La cantera del Langreo vuelve a resurgir. "Percibimos un cambio de ciclo, estamos levantando lo que en un momento dado se vino abajo", apunta Díaz. La respuesta, diecisiete equipos de cantera y un conjunto en Segunda Regional que va lanzado a por el ascenso.
"Es una maravilla ver la vida que hay en el campo día tras día, esto es el fútbol", admite el secretario del club. Los jugadores acuden tarde tras tarde al campo del Langreo, donde "crecen como futbolistas y como personas". La importancia de compartir escenario con el primer equipo y de ver a los ídolos de cerca genera un sentimiento de pertenencia. "Hay jugadores de la primera plantilla, como Adrián Torre y Dani López, que entrenan a los chavales", comenta Secundino Díaz. Una de las circunstancias que más agradan al secretario es "ver cada día más camisetas del Langreo en los entrenamientos", admite. Los encuentros del primer equipo cuentan cada vez con un mayor número de espectadores de la cantera.
El Langreo-Eulalia mantiene a al menos un equipo de cada categoría en Segunda División. Además, otro alevín puede conseguir el ascenso esta temporada. Sin embargo, muchas de las miras se centran en los equipos de Regional y juvenil. Allí se pueden producir dos ascensos esta temporada. "Empezamos hace tres temporadas con los equipos en Tercera; no se puede construir la casa por el tejado y pretender haber logrado todos los ascensos el primer año", admite el secretario de la entidad. Un trabajo lento pero sobre seguro.
La captación de nuevos jugadores es más sencilla a medida que el trabajo está bien hecho. "No tenemos una política de ir a fichar jugadores a otros equipos, sino que tenemos las puertas abiertas a todo aquel que quiera venir, nuestra misión es potenciar a la gente de casa", admite Secundino Díaz. "Todavía en el mes de diciembre siguen viniendo futbolistas al club", reconoce. Uno de los mayores talentos del Langreo-Eulalia es Joel Salazar, un extremo zurdo -que puede jugar en cualquier posición del ataque- que a sus dieciséis años ya ha sido citado con la selección asturiana. "Siempre apuntó maneras y jugó en una categoría por encima a la suya", reconoce Secundino Díaz. Salazar forma parte del club desde que tenía tres años. Además de Joel Salazar, Jéniffer Rodríguez ha formado parte del combinado asturiano sub-16 en el Campeonato de España.
El trabajo de la directiva del club es extenso. Cima continúa como presidente, respaldado por Luis, Ildefonso y el propio Secundino. "Son muchas horas de trabajo, pero también hay gente que en momentos puntuales nos echa una mano", reconoce el secretario. Una de las próximas iniciativas del club langreano es la celebración, pasado mañana, de la quinta edición del Memorial Fruela. El Estadio de Ganzábal acogerá, por la tarde, un torneo homenaje al juvenil del club fallecido hace cinco años. El Caudal y el Alcázar, los otros dos clubes donde militó, serán los rivales del Langreo - Eulalia.
Iniciativas de este tipo hacen grande al club langreano. Un equipo que mantiene el objetivo de promocionar jugadores al primer equipo. "Es nuestra única meta", destaca el secretario. "Que un chaval como Samu Coto esté entrenando y contando para el primer equipo es nuestra referencia y por lo que estamos trabajando para que en un futuro sean más", apunta Díaz. El futuro de Ganzábal se encuentra asegurado.
