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Un competidor incansable

Roberto Menéndez, número 1 del ranking mundial de +40, comienza una nueva temporada llena de retos

Roberto Menéndez, junto a una de las pistas del Club de Tenis de Avilés, donde se entrena estos días. MARA VILLAMUZA

El tenista avilesino Roberto Menéndez comienza una nueva temporada de competición en la que tratará de mantenerse en lo más alto del ranking mundial de categoría +40, una categoría en la que entró en la temporada pasada. El deportista ya ha comenzado los entrenamientos en el Real Club de Tenis de Avilés, para empezar a competir con un plato fuerte, el Campeonato del Mundo senior, que se celebrará en Ciudad del Cabo (Sudáfrica) a mediados de marzo. "La primera semana es la competición por equipos, que me viene muy bien para estar preparado para la segunda, en la que se disputa la individual", explica Menéndez.

El avilesino espera renovar su título individual para iniciar la campaña de la mejor manera, pero tampoco descuidará la competición por equipos, que disputará junto a los madrileños Jonathan García y Manu Perea y el ilicitano Manuel Sala. "Además, habrá un equipo de hombres +35 y dos de mujeres, en +40 y +45", añade Roberto Menéndez. Su idea es luchar por el primer puesto individual, pero afirma que cada torneo es un mundo: "Me encuentro muy bien, en buen forma y por eso disfruto mucho del tenis, pero no vale con estar bien tú, tienes que estar mejor que el rival y que las circunstancias sea las buenas, porque si fallas te quedas fuera. Por ejemplo, en Ciudad del Cabo hay mucho viento y no es la mejor condición para mí", señala el tenista, que explica que tendrá que disputar siete partidos para llegar a la final.

A partir de ahí, la temporada se presenta muy intensa. Una semana después del Mundial, participará en el torneo de categoría A -la siguiente que más puntúa para el ranking tras el Campeonato del Mundo- en Turquía, y también tiene previsto participar en la liga alemana por equipos: "Llevo veinte años jugando esta competición alemana, pero este año vuelvo a jugar en la categoría absoluta".

Y es que el tenista avilesino confiesa que "el 90 por ciento de los torneos" los juega en la categoría absoluta y no en la de veteranos. "Esta es mi profesión y los torneos absolutos tienen mejores premios económicos", explica Menéndez. Así, el verano lo dedicará principalmente a los torneos absolutos de España para cerrar la campaña en octubre con el Nacional por equipos, que este año disputará integrado en el Club de Tenis de Gijón. "Fiché este año, tenía ganas de jugar con un equipo asturiano y ya habíamos estado en contacto antes", señala.

El 2016 fue un año productivo en deportivamente, pero duro en lo personal. "Perdí a mi padre, al que estaba muy unido. Gracias a él soy lo que soy. El fue el que me llevó a una pista de tenis cuando era un crío, el que me apoyó siempre. Le debo todo", sostiene Roberto Menéndez. El día que su padre falleció el tenía un torneo. "Fue lo más complicado que he hecho nunca, pero lo que hizo fue darme fuerzas porque quería dedicárselo a él y finalmente pude", explica el tenista. Con todo, en el recién terminado 2016, el jugador se hizo con su cuarto título Mundial (al que hay que añadir un subcampeonato en +35) y terminó el año de nuevo en lo más alto del ranking internacional.

Fue su padre el que le inició en el mundo del tenis y ya con nueve años comenzó a competir: "Llevo 31 años compitiendo y creo que ahora disfruto más que nunca del tenis, porque entiendo y veo cosas que antes no. Tengo la competición dentro, es como una necesidad, así que espero tener cuerda para rato". Esa experiencia le permite ahora gestionarse la temporada, sus torneos y sus entrenamientos, porque "nadie se conoce mejor que uno", pero también cuenta con la ayuda de Juan Lima, con quién entrena y antes había trabajado con Pepín Menéndez: "Les estoy muy agradecido".

Ahora, tiene por delante unos meses de mucho trabajo, pero también para vivir nuevas experiencias. "Me encanta viajar y creo que ahora lo disfruto mucho más que antes, porque he aprendido a disfrutar también de las ciudades que visito. Estoy muy a gusto en casa, pero cuando paso tres meses seguidos aquí ya me empieza a picar el gusanillo de viajar", sentencia.

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