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El Grisú sigue adelante

El club, federado desde 1955 y vinculado desde sus inicios a la familia Pintado, cuenta con una estructura deportiva formada por cuatro equipos, tres de base

Federado desde 1955, el Grisú ha ido sumando temporadas a su extensa trayectoria. Desde los inicios, la entidad ovetense siempre ha tratado de salir adelante a pesar del handicap del campo, que sigue siendo de arena. Aun así, el Grisú, a base de trabajo y esfuerzo, mantiene la misma filosofía con la que nació. "Buscamos que los jugadores estén contentos, y eso es lo más gratificante", indica María Pintado, secretaria del club. "Lo principal es que disfruten jugando al fútbol, que se diviertan, que jugar y entrenar no sea una obligación", añade.

El Grisú ha pasado por muchas etapas a lo largo de su historia, pero siempre ha mirado al futuro con optimismo. En la actual campaña cuenta con cuatro equipos federados, tres de base y un femenino. Cuando se le pregunta a María cómo definiría al Grisú, ella lo tiene claro: "Es familiar", sentencia. "Aquí colaboran todos, desde la directiva, a los jugadores, pasando por los padres de los jugadores que ayudan mucho, es para aplaudirles", apunta. Pero, además, el Grisú siempre ha estado vinculado al apellido Pintado. Y es que el presidente es Luis Honorio Pintado, hermano de uno de los fundadores del club y el dirigente más longevo de Asturias. A su lado, en la directiva, figuran sus hijos María y Manuel Pintado. "Vivimos el fútbol y el Grisú desde pequeños", subraya María, que recuerda cómo "mi padre me llevaba a los campos siendo niña".

La estructura técnica del Grisú está formada por Iván y Pablo, que dirigen al equipo femenino, que salió a competir esta misma temporada. Además, Roger, Espo y Álex se encargan del alevín, que milita en Tercera; y Saúl y Sebas dirigen el equipo benjamín, también en Tercera. Por último, el prebenjamín está comandado por Jair y Silvia, jugadoras del equipo femenino. La mayoría de los entrenadores que forman el cuerpo técnico tienen vinculación con el club. O son jugadores del Grisú o defendieron la camiseta del equipo en etapas anteriores. "Aquí todos apoyan", reitera María. En total, el Grisú cuenta con poco más de 60 jugadores. Además, el club se encarga de la actividad de fútbol en las Escuelas Blancas de Otero y en la Escuela de Colloto de Roces, de donde se nutren de jugadores. En plena temporada, la directiva ya piensa en la próxima, donde quiere ampliar su estructura deportiva con un equipo infantil.

La entidad se nutre de subvenciones, de patrocinadores y de la pequeña cuota que pagan los jugadores. Todos los equipos juegan y entrenan en el Nuevo Campo, menos el prebenjamín, que acude al polideportivo de Cerdeño. Eso sí, en el Grisú "nos hacemos cargo de la ropa de entrenamiento y de jugar, que la lavamos nosotros".

El Grisú seguirá adelante pensando sólo en el beneficio de sus jugadores. Porque como reza la propia página web oficial de la entidad "así seguiremos, porque la vida es pasión y el Grisú, nuestra vida". La de la familia Pintado, que lleva tirando del club desde hace más de medio siglo.

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