Detrás de cada club siempre hay un cuerpo técnico encargado de entrenar, dirigir, asesorar y enseñar a los deportistas la práctica deportiva a la que se dedica, además de poner en valor los principios sobre los que se sustenta dicho club. En este caso, nos acercamos al cuerpo técnico del Sincroviedo, entidad que cuenta con tres entrenadoras de nivel que, como asegura Emma Escribano, fundadora y una de las preparadoras, "formamos un equipo en el que cada una somos distintas, pero a la vez complementarias". Emma es uno de los pilares sobre los que se asienta el Sincroviedo, junto a Cristina Sáez García y Ana Pitchel García. Cada una tiene un cometido bien definido dentro del organigrama de la entidad ovetense y todas juntas buscan y persiguen un objetivo común.
Emma es la más veterana dentro del club. No en vano, es la fundadora del Sincroviedo. Lleva en la entidad desde el año 2000 y en estos años ha vivido en primera persona la evolución y crecimiento del club tanto en calidad como en cantidad. El objetivo del club sigue siendo el mismo con el que nació: educar a través del deporte utilizando la natación sincronizada, un deporte atractivo y de gran exigencia. Emma Escribano, licenciada en Derecho, siempre se sintió atraída por esta disciplina, aunque "nunca lo practiqué". Sí que hizo gimnasia y natación. Además, es entrenadora superior de natación sincronizada y suma más de dos décadas de experiencia docente en actividades acuáticas. Emma se encarga de entrenar a las niñas de escuela, promoción y cantera, que supone el primer escalón para iniciarse en esta modalidad.
A su lado, Cristina Sáez García dirige al equipo de competición y es la encargada de la dirección artística y de las coreografías del club. Entrenadora superior de natación sincronizada, Cristina lleva desde los seis años en la piscina y fue nadadora de alto rendimiento del club Fabio Nelli de Valladolid. En su palmarés figuran once medallas en campeonatos de España entre 2004 y 2014 en las especialidades de dúo, combo y equipo. Además, formó parte de la selección española infantil y participó en la Comen Europea de Sevilla en 2006, donde logró un oro, dos platas y un bronce; y en Suiza un año después, donde consiguió dos bronces. Cristina se incorporó al Sincroviedo en septiembre de 2015. "Con ella hemos dado un salto de calidad enorme", apunta Escribano.
Cuando Cristina decidió dejar de competir comenzó su camino como entrenadora. Ahora, cuando ve a las niñas en el agua ensayando las coreografías le vienen recuerdos y asegura "que claro que me veo reflejada en ellas, yo también empecé así". Además, la preparadora es un espejo donde pueden mirarse las jóvenes promesas de la sincronizada. La experiencia que atesora Cristina en esta disciplina es aval suficiente como para que pueda responder a qué condiciones son necesarias para ser buena nadadora. La entrenadora asegura que "es importante la competición, que aprendan bien las coreografías y movimientos, y la constancia".
El cuerpo técnico del Sincroviedo se completa con Ana Pitchel, instructora de pilates con más de 15 años de experiencia. Ana se encarga de las clases de seco para las nadadoras alevines, infantiles y juveniles. Lleva en el club desde septiembre de 2014. "Es un complemento ideal para la sincronizada", indica Escribano, que añade que el pilates "viene muy bien para el tema postural y para ganar en serenidad dentro y fuera del agua".
Para la presente temporada, el Sincroviedo, que cuenta con alrededor de 70 nadadoras de diferentes edades y niveles, tiene el objetivo de "seguir mejorando y progresando, además de llevar el máximo número de nadadoras al campeonato de España".
De los éxitos de la entidad tendrán parte de culpa Emma, Cristina y Ana, los pilares del Sincroviedo, que forman un equipo que se complementa a la perfección y que trabaja por y para las nadadoras del club. La entidad cumple su séptimo aniversario de vida y mira al futuro con optimismo porque nuestra meta "es seguir progresando y avanzando", concluye Emma Escribano.
