El Santa Marina vuelve a resurgir. El equipo mierense, que esta campaña cuenta con tres conjuntos federados en su cantera, quiere volver a situarse en las cotas más altas. Además, el conjunto rojillo cuenta con un remozado campo de Santa Bárbara para la nueva temporada, un terreno de juego que ha sido remodelado gracias al trabajo desinteresado de directivos y aficionados.
"Han sido muchas horas de trabajo, realizando gestiones y llevando a cabo multitud de tareas para que Santa Bárbara luzca como ahora", destaca el vicepresidente, Marcelino Montila. De una temporada a otra, el cierre perimetral del campo ha sido cambiado, también se han solventado los problemas en el terreno de juego, se ha construido un tercer vestuario y un nuevo edificio de oficinas, además de unos nuevos aseos. También se ha atechado la grada del campo y se ha construido un gimnasio. Pero los trabajos más importantes fueron los de la construcción de un campo de fútbol 8 para entrenar. Un trabajo que habría sido imposible sin una directiva que cuenta con cuatro miembros y un grupo humano compuesto por padres y abuelos de jugadores que han destinado su tiempo libre a ayudar al club. "Son los que le dan vida al Santa Marina, se ha hecho un trabajo increíble para disfrutar de este campo", apunta Montila. Para el vicepresidente, "es muy importante el apoyo del Ayuntamiento de Mieres y de Hunosa. El Santa Marina dispone, además, de un servicio de lavandería para las equipaciones de juego y de entrenamiento. "Los chavales no tienen que traer más que las botas para los entrenamientos", destaca el vicepresidente del club.
Respecto a los tres equipos que compiten este año, en Santa Marina cuenta con problemas en el infantil, un equipo dirigido por Borja y Oca, donde "debido a cuestiones demográficas únicamente tenemos doce efectivos", apunta Montila. Y es que esta situación se repite desde la temporada anterior, ya que el Santa Marina había comenzado la campaña con once futbolistas. El juvenil, entrenado por Hugo, ha cuajado un gran inicio de temporada en Segunda División, mientras que el cadete, dirigido por Marcelino, se mantiene en los puestos altos y el objetivo es "dar el salto de categoría", según el vicepresidente del club. Además, el equipo de Segunda Regional, dirigido por Iván, se nutre de futbolistas de la base para seguir creciendo. "Nos gustaría estar en Preferente en tres o cuatro años", incide.
Otra de las metas del club es la de "crecer por abajo". De este modo, se pretende reforzar la estructura del infantil con más efectivos y también se busca conseguir un equipo alevín que pueda defender los colores del Santa Marina la próxima campaña. "El hecho de contar con un campo de fútbol ocho nos puede ayudar", admite el vicepresidente.
El Santa Marina quiere recuperar sensaciones del pasado. El buen inicio de temporada de sus equipos de cantera le permiten al club mierense contar con esperanzas para las próximas campañas. Todo ello, unido a un trabajo incansable de sus directivos y a un terreno de juego en unas grandes condiciones, invitan al optimismo.
