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Los escolares, viento en popa

Los alumnos del colegio Palacio Valdés fueron los protagonistas estos días de la "Semana azul" de vela, que se celebra en Avilés y en la que participan seis centros de Asturias

Los alumnos de 5.º B, en el paseo de la ría tras la actividad. MARA VILLAMZA

Alumnos de seis centros educativos de Avilés, Gijón y Oviedo se han apuntado a la vela y la experiencia les está resultando "muy chula", como decían ayer los escolares de colegio Palacio Valdés tras salir de las prácticas en la ría de Avilés. La Federación Asturiana está realizando una nueva edición de la "Semana azul" de vela, en la que los niños aprenden lo básico para poder navegar en cinco días de clases. "Hemos elegido Avilés un año más porque las instalaciones para este tipo de actividad y las condiciones de seguridad de la ría son las mejores para los pequeños", afirma el director técnico de la Federación, Alfredo Flórez.

Entre 25 y 30 niños y niñas asturianos, de entre 8 y 12 años, pasan cada semana por la actividad. Ayer fue el turno de la clase de 5.ºB del Palacio Valdés, en alrededor de tres horas de prácticas de vela en la ría. "Es muy divertido. Te montas, viene el viento, te da en la cara", comentaba Claudia Paniagua. "Lo malo es cuando no hay viento. Ya nos enseñaron que había que mover el timón continuamente para movernos cuando no pasa", explica Jairo Enzo, que señaló que no era su primera vez en los pequeños veleros en los que se realiza la actividad. Y por si acaso, ya se han inventado juegos para disfrutar más de la actividad: "Hay muchos sitios para jugar al escondite en el pantalán y cuando navegamos cerca unos de otros nos mojamos", relatan Martín Oraa y Aitor Álvarez.

En los últimos minutos de la clase de ayer, los pequeños realizaron una carrera y el 9 de junio participarán en los Juegos Escolares, con el resto de colegios que realizaron la "Semana azul". "La vela es muy fácil de aprender, se lo recomiendo a todo el mundo", afirmó Ángela Barredo, y su compañera Marta Rodríguez lo explicó: "Nos pusieron con una escoba y una tela a aprender antes de meternos al agua". Sobre todo, les gusta cuando la embarcación coge velocidad. "Se puede ir muy rápido, más cuando vamos solos", explica Claudia Fuello, que explicó que comenzaron las prácticas navegando de dos en dos, pero que al final ya lo hacían solos. Así, muchos se quedaron con ganas de más, como Marta Luisa Espina: "Es muy guay, queremos volver a practicar".

Y es que la vela tiene algo que engancha a los más pequeños, pero también conlleva una serie de valores, que hacen que los niños aprendan más que deporte. "Hay madres que me dicen que hasta notan que los niños empiezan a ordenar la habitación mientras hacen la actividad. Ellos son los responsables del material durante la clase y aprenden a tomar decisiones y asumir las consecuencias, porque están solos en la embarcación", explica Alfredo Flórez. El director técnico añade que, aunque es un deporte más individual, también aprenden a trabajar en equipo: "Son pequeños y necesitan ayudarse entre sí para subir al barco, para apretar un nudo, para aprender ciertas cosas..."

Eso sí, la seguridad es lo primero. "Los pequeños no están en peligro en ningún momento. Hay dos embarcaciones constantemente con ellos, llevan chalecos, en la ría no hay oleaje, ni problemas de ese tipo. Lo primero que pensamos es eso", explica Flórez.

Los pequeños acabaron la jornada montando en dos zodiac para ir desde una margen a otra de la ría, desde la escuela Puerto Ría de Avilés al paseo, para regresar andando al colegio. "Es también muy divertido, dimos vueltas. La verdad es que los monitores son geniales, nos han ayudado en todo y son muy divertidos", señaló Judith García.

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