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El Grupo, la luz en la tiniebla

El club femenino gijonés que milita en la Superliga 2 es la única esperanza para que Asturias recupere un puesto en la élite en un momento de crisis en el voleibol local

De pie, de izquierda a derecha, Montse Reyero, Mónica Zuazua, María Jesús Santos, Mercedes Carrera, Aida González y Rosa Pérez; agachadas, Covadonga Olivera, Ángeles García, Pilar de la Puente y Anany Hayn. LNE

El voleibol gijonés no está atravesando su mejor momento ni mucho menos. El Grupo Covadonga, que milita en la Superliga femenina 2, es la última luz en un panorama bastante tenebroso. Las grupistas forman una plantilla muy joven pero con jugadoras muy prometedoras y que saben lo que es ganar incluso campeonatos de España en categorías inferiores. Es un proyecto de futuro en el que están puestas muchas esperanzas. "Es una plantilla maja pero con la que hay que trabajar mucho todavía" manifiesta Saúl Pérez su entrenador. No obstante el técnico y exjugador cree que "hay muchas expectativas puestas en ellas", no en vano vienen avaladas por su trayectoria hasta ahora.

Con todo que el Grupo Covadonga juegue en la Superliga, hoy por hoy se antoja complicado porque los estatutos del club impiden los fichajes y disputar la máxima categoría con solo jugadoras de la cantera parece imposible. De hecho la Federación Española de Voleibol ofreció al Grupo una plaza en la División de Honor para esta temporada que el club gijonés no aceptó precisamente por ese motivo. Si el Grupo acabó renunciando a la máxima categoría a pesar de su potencial no hay que tener mucha imaginación para sospechar de la situación de los demás clubes. "El resto ni tienen presupuesto ni infraestructura para poder aspirar a volver a la élite" sentencia Saúl.

Muy lejos quedan aquellos momentos en los que en Gijón coincidieron cuatro equipos en la élite nacional, tres femeninos: Grupo Covadonga, La Calzada y Medina-Universidad de Oviedo y uno masculino, el EMI. Fue la temporada 2001-02 y en ella el voleibol local estaba en su apogeo. Pero curiosamente aquel hecho histórico fue el principio del fin. De los tres equipos femeninos dos, Grupo y Medina perdieron la categoría. El Medina compró plaza y jugó otra más. La Calzada aguantó hasta la 2004-05, última temporada en la que un club gijonés de voleibol militó en la máxima categoría.

El masculino, que ascendió en la temporada 1992-93 se mantuvo hasta mediada la 2002-03 que no pudo completarla ya que se retiró antes de finalizar la liga debido a los problemas económicos que arrastraba. Desde entonces el voley masculino no ha sido capaz de volver ni siquiera a la segunda categoría nacional.

Esta temporada, 2018-19, el Grupo Covadonga milita en la Superliga 2 y es el mejor equipo gijonés y también asturiano. Tras las grupistas hay que bajar hasta la Segunda división en la que juegan cinco equipos: La Calzada, IES Nº1, el segundo equipo del Grupo Covadonga, el Cid-Jovellanos y el AAA Gijón, equipo este formado por antiguas jugadoras del colegio Inmaculada. La Calzada militó la pasada temporada en Primera nacional y mantuvo la categoría pero esta saldrá en Segunda, mucho más económica porque los viajes son más cortos.

En la categoría masculina los dos equipos principales de Gijón transitan por la Segunda división, son el Cid-Jovellanos y el AAA Gijón que al igual que el femenino son jugadores con pasado en el colegio Inmaculada. En Asturias el panorama no es mejor ya que a los gijoneses sólo se suman La Curtidora y Los Campos en la Primera división femenina.

Esta crisis deportiva hace que muchas jugadoras se hayan tenido que ir fuera. Son los casos de Cristina Llorens que se fue a Elche, Claudia Vicente al Haris Tenerife, Bea Vázquez a Menorca, Alba Hernández a Torrejón o Cristina Chamoso al Chamberí. Otras asturianas como la ovetense Lucía Ballvé o la avilesina Paula García también emigraron, en sus casos a Alcobendas y San Cugat respectivamente.

Otros como Daniela Álvarez y César Menéndez están en la concentración permanente del equipo nacional de voley-playa en Murcia.

Curiosamente este mismo año, en el que el Grupo lucha por mantener vivo el voleibol de élite en Gijón, se cumplen 40 años del doble título de Liga y Copa conseguido por el Longchamps, nombre comercial con el que competía el Medina. A las órdenes de Justo González aquella plantilla estuvo formada por: Montse Reyero, Mercedes Carrera, Aida González, María Jesús Santos, Pilar de la Puente, Ángeles García, Mónica Zuazua, Rosa Pérez, Yolanda García, Covadonga Olivera y Anany Hayn. Nombres irrepetibles y que son un ejemplo para las nuevas generaciones.

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