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El buen ojo de Montse

La entrenadora gijonesa es la encargada de valorar qué jóvenes nadadores olayistas están cualificados para dar el salto a la alta competición en el futuro

Montse Suárez, cronómetro en mano, en la grada de la piscina olímpica mientras los nadadores entrenan. JUAN PLAZA

Por sus manos han pasado infinidad de nadadores. Se pierde la cuenta. La experiencia de Montse García, con casi treinta años de entrenadora, le hacen percibir con atino qué nadadores apuntan a convertirse en una promesa de la natación en el futuro. En el Santa Olaya se encarga del grupo infantil y de los nadadores de segundo año alevín, donde ya se visualiza quienes cuentan con las cualidades idóneas para "pasar de ser nadadores normales a ser nadadores campeones".

Un cambio que no es nada sencillo. "En el Santa Olaya hay mimbres, pero cuando llevan dos años trabajando a otro nivel, la motivación baja, se entrena el doble, entran los estudios, el cansancio, la cabeza también juega y nos está costando pasar de ahí", comenta Montse García, que busca junto al resto del cuerpo técnico olayista el equilibrio idóneo para que la progresión no se frene en seco una llegados a ese punto. El potencial de la nadadora o el nadador es patente, pero falta, según la entrenadora "gente con ganas de ganar".

Su afirmación va de la mano de su experiencia. Durante cuatro años permaneció al Centro de Alto Rendimiento del País Vasco, además de permanecer más de una década en el Centro de Tecnificación de la Federación Madrileña de Natación, donde detalla que "los nadadores que acuden allí ya saben, a pesar de tener 14 años, que quieren ser campeones y lo que ello conlleva". Percibe que en el Santa Olaya existen mimbres similares para ser optimista y recuperar a nadadores olímpicos en sus filas. "No es matemático, pero con la experiencia lo ves. Ves que una nadadora tiene flexibilidad, una cierta flotación, un deslizamiento subacuático que tiene una cierta sensibilidad, algunas hay", confirma. A partir de ahí comienza un nuevo ciclo mucho más exigente que el anterior si se elige el camino de la alta competición. Montse García, que suma su sexto año en la entidad olayista, comienza una nueva labor. Un cambio de chip para tratar de dar un paso al frente. "Hay que hacer un plan más exhaustivo, más trabajo en seco, contar con médicos que les miden los porcentajes de grasa, está todo estudiado, no es cuestión de inventar, si no de copiar a los que saben", afirma. Tras exponer ese cambio entra en juego la segunda parte: el nadador. "Después está que los niños compitan, que tengan cabeza y eso nos está costando", comenta.

Por sus manos, en edades infantiles, ya han pasado nadadores que han actuado en una olimpiada, como los casos de Eduardo Soleache o Patricia Castro, a los cuales dirigió en su etapa en Madrid. Dos ejemplos de lo que pretende lograr en su casa y con los nadadores olayistas, los cuales han contado en los últimos años con varios nadadores internacionales, como son los casos de Alexia Arredondo, Tania Rey o Vicky García. "Es difícil, pero van entrando poco a poco, todo llega con un trabajo bien hecho, organizado y a largo plazo", sostiene.

Programa "España 2024"

En esa tesitura, Montse se encuentra inmersa dentro de un programa llevado a cabo por la Federación Española de Natación que tiene como objetivo principal que los técnicos trabajen con nuevas herramientas para desarrollar a los futuros nadadores que pueden apuntar a las olimpiadas de 2024. La olayista es la única representante asturiana que ha sido seleccionada tras presentar su curriculum. "He sacado infantiles internacionales, pero cuesta muchísimo, es el reto que tenemos en Asturias", comenta al respecto. Por su mente ya pasan algunos nombres de nadadores del club gijonés que podrían atesorar cualidades positivas para alcanzar la meta. Han pasado su filtro y ahora resta que la planificación a largo plazo dé sus frutos.

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