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Halterofilia

Lodario deja el cuerpo

"Ahora tendré más tiempo para mi pasión", dice el laureado entrenador al jubilarse como policía tras 42 años

Lodario Ramón, con su pupila Loida Zabala, en una imagen de archivo. LNE

Las calles de Oviedo pierden a uno de sus mejores vigilantes en beneficio del deporte local. Lodario Ramón, uno de los entrenadores de halterofilia más laureados de España, se jubila de la Policía Nacional después de 42 años. El agente, nacido en la localidad berciana de Fresnedo, se va con la satisfacción doble del deber cumplido y de poder, a partir de ahora, centrarse de lleno en su labor deportiva con la participación en los Juegos Olímpicos de Tokyo del año que viene entre ceja y ceja.

Lodario, que hoy cumple los 65, cubrió una última patrulla el lunes a modo de homenaje. Su acompañante fue su hijo, Óscar, también agente de la Policía Nacional, al que acompañó a visitar a varios vecinos y amigos para brindarles un último adiós vestido de uniforme. En el cuartel de Buenavista le recibieron los diferentes comisarios que tuvo en los últimos 20 años y varios amigos, entre ellos el Alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli; la concejala de Festejos, Covadonga Díaz, y sus pupilos Miguel Menéndez y David Fernández.

El policía con más detenciones en 1992, con nada menos que 330 arrestos, comenzó su carrera en 1977 en la comisaría de Madrid centro para luego pasar a Langreo, hasta 1999, cuando se trasladó a la capital asturiana para cumplir sus últimos veinte años cubriendo "servicios de todo tipo" para el cuerpo nacional.

Ahora podrá dedicarse por fin de lleno a la pasión que hasta ahora compaginaba con la labor policial. La meta es acompañar a varios de sus discípulos a las olimpiadas paralímpicas de Tokyo desde el rincón del Palacio de los Deportes de Ventanielles. "Mi función es conseguir que no cometan los fallos que yo cometí cuando era deportista", indica un Ramón que fue campeón de León de halterofilia y quinto en el campeonato de Europa de funcionarios, entre otros méritos. "Fui un deportista mediocre, pero entrenar se me dio mejor", apunta, poniendo como ejemplo las 630 medallas nacionales y 95 internacionales cosechadas por sus alumnos más aventajados.

Su sueño olímpico no es novedad. En su currículum figura la participación en las citas paralímpicas de Atenas 2004, Pekín 2008 y Londres 2012. Alberto Fernández, flamante bronce europeo, y David Fernández, noveno en el preolímpico en el que se clasificaban ocho, son sus bazas. "Con ellos al fin del mundo", advierte el entrenador, ya pensionista.

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