La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Boxeo

"El Chispa" manda un siglo después

Roberto Iglesias, del Sanpar Box, se proclamó mejor boxeador nacional cadete en un torneo que la Federación Española no organizaba desde hacía 100 años

Roberto Iglesias, campeón de España cadete. JULIÁN RUS

Gijón puede presumir de tener entre los suyos al primer campeón de España de boxeo cadete en más de cien años. Hasta hace poco las escuelas deportivas, conocidas como schooboys, no competían en nuestro país. Fue el pasado mes de octubre cuando por fin la Federación Española de Boxeo realizó el primer torneo nacional. Allí estuvo Roberto Iglesias. El gijonés entrena con sus compañeros en Sampar Box, en el barrio de Contrueces donde practica boxeo desde unos años. Ahora y para alegría de su entrenador Andrés Santurio, el joven púgil gijonés es el mejor de España en su categoría, menos de 62 kilos.

"Me sentí muy bien en el cuadrilátero, pero es que venía con mucha preparación y dedicación desde hace tiempo, quería ganar, no solo intentarlo", cuenta Roberto. El gijonés venció los tres combates a los que se enfrentó. En la final venció a un boxeador gallego al que no dejó meterse en el combate, "le di ritmo para que no pudiera hacerme frente", explica el joven. Para ser campeón de España cadete hay que cumplir una regla, no haber cumplido los 15 años en el año que se combate, la categoría ahora sería para los nacidos entre 2006 y 2007. Después las reglas del boxeo para estas edades también cambian. A estas edades se compite con un casco con barra en el mentón y sin peto, ya que, en edades más jóvenes, 11-12 años lo llevan. Toda protección es poca. También los golpeos son distintos. En infantiles solo se pueden lanzar tres golpes y siempre rectos. Tanto en cadetes como en infantiles no se puede intentar puñetazos fuertes, si el boxeador puede dañar con un impacto al oponente puede ser descalificado. "Me mido mucho y bien para no caer en una descalificación, no serviría de nada la preparación que llevo detrás para luego subir al ring y que me eliminen por no ser deportivo", dice Iglesias.

Roberto cuenta con un 6-0 de victorias en las schoolboys y un 3-0 en su etapa junior a la que ha pasado este año. El joven que sueña con participar en unos Juegos Olímpicos, cree que la nueva etapa que se abre para los boxeadores con las school boys es apasionante. Hasta hace poco no podíamos competir y eso perjudicaba a los púgiles nacionales cuando comenzaban a salir fuera de España, se enfrentaban a chavales de su misma edad, pero con mucha experiencia sobre el ring, ahora ya estamos más parejos", explica Roberto.

Su entrenador, Andrés Santurio, lleva mucho tiempo dedicándose al boxeo en Contrueces. Ahora en su centro, el Sanpar, lleva la preparación de uno 70 niños. "Este es un deporte de contacto, es cierto, pero nosotros no buscamos que salgan de aquí luchadores, este deporte es sano, muy aeróbico, disciplinado y crea una seguridad en los niños tremenda", explica Santurio.

"Hay padres que llegan preocupados porque sus hijos no se separan del móvil, estén todo el día enganchados y aquí pueden olvidarse del sedentarismo", cuenta el entrenador. Otro aspecto muy importante contra el que se lucha gracias a estas school boxig es el temido acoso escolar. "Hay niños que ven como crece su autoestima al entrenar con nosotros, me alegro mucho de que superen sus metas, además aquí damos también mucha importancia a la educación y a los estudios", dice Santurio.

"Tenemos que entender que todos los chicos son distintos y nos encanta, aquí están obligados a saludarse entre ellos, no pueden hablar mal, tiene que ser compañeros, el boxeo enseña unos valores tremendos", cuenta el preparador.

Ya sea para hacer deporte o para superar el miedo, el boxeo vive un buen momento en Gijón.

Compartir el artículo

stats