El valle de Cibea huele a flores y a negocio gracias a la Rosa Narcea (y a una científica canguesa)

Tras un lustro de investigación, más de 10.000 rosales plantados y varios premios nacionales, este 2025 va a ser el año de la extensión a los particulares del primer proyecto en España que explota una rosa como recurso agrario

Carmen Martínez recoge capullos de Rosa Narcea para la investigación

Carmen Martínez recoge capullos de Rosa Narcea para la investigación / CSIC

A. Rubiera

A. Rubiera

En el valle de Cibea, en Cangas del Narcea, en el mes de mayo huele cada vez más a rosas. En concreto a la Rosa Narcea. A una variedad de flor antigua que hasta hace unos años nadie conocía y que ahora va camino de ser la base del primer proyecto en España que explota una rosa como recurso agrario.

Si el año recién concluido fue el de ratificar con nuevas alegrías (por ejemplo, con el I Premio Emprendimiento del CSIC y también con el lanzamiento del proyecto AGRI-ROVENAT, cofinanciado por la Unión Europea y el Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación, que permitirá seguir alentando este plan de cultivo agrario sostenible) el enraizamiento en Cangas de la Rosa Narcea, por delante queda un año que debe ser el de la entrada en juego de los particulares y vecinos de la zona que quieran sumarse con sus parcelas al cultivo de estas valiosas flores a las que ya les tiene echado el ojo la industria del perfume. Una industria que ya ha constatado su utilidad potencial, no solo para el perfume, también en otros campos como la cosmética, farmacología, sanidad humana, animal y vegetal, gastronomía….

En este proyecto el nombre propio lo pone Carmen Martínez, investigadora natural de Cangas del Narcea y jefa del grupo Viticultura, Olivo y Rosa (VIOR) de la Misión Biológica de Galicia del CSIC, en la sede de Pontevedra, que junto a sus compañeros está sacando adelante lo que puede ser una alternativa económica para una zona rural despoblada como es la del concejo cangués.

A Martínez le cabe el orgullo de haber sido la descubridora de la Rosa Narcea, considerada la primera rosa española y la tercera del mundo con uso en la industria del perfume, y la única rosa protegida por la Oficina Comunitaria de Variedades Vegetales, para este uso. Fue en 2017 cuando Martínez y su grupo, que hasta entonces investigaban sobre la recuperación de olivos y vides en Galicia y Asturias, enfocaron la caracterización de las rosas cultivadas antiguas, entre ellas una conocida en el concejo de Cangas, de la que realizaron su descripción botánica, molecular, histológica, química y agronómica.

Una de las plantaciones de Rosa Narcea, en Carballo.

Una de las plantaciones de Rosa Narcea, en Carballo. / Fernando Rodríguez

Cómo empezó todo

Fue en un viaje de Martínez al Valle de las Rosas de Bulgaria, el epicentro de una gran industria ya que de las flores de la zona se extrae alrededor del 85% del aceite de rosas del mundo, que es uno de los aceites esenciales más importantes de los empleados en la alta perfumería. Allí, a Carmen Martínez le llegó un aroma que asoció al de su infancia en la casa familiar de Carballo, en Cangas del Narcea.

“Me vino a la mente la fragancia de una rosa que había en el jardín de mi casa de Carballo. La flor que estaba oliendo ni se parecía, pero para mí fue inconfundible porque es un olor distinto y especial”, relató hace años a LA NUEVA ESPAÑA. Al volver a Asturias Martínez puso toda su curiosidad y sus cualidades como investigadora para saber más.

tamaño de los pétalos de la Rosa Narcea.

tamaño de los pétalos de la Rosa Narcea. / CSIC

Qué es la Rosa Narcea

Ahora se sabe que se trata de un híbrido antiguo natural de la Rosa centifolia, empleada como ingrediente en perfumería, y Rosa gallica, prácticamente desaparecida, que era muy apreciada por sus múltiples propiedades cosméticas, medicinales y gastronómicas. Según la Academia del Perfume de España,  en la actualidad tan solo se cultivan en Europa dos tipos de rosa para producir aceites esenciales para perfumería: la Rosa Damascena y la Rosa Centifolia, de ahí que descubrir una nueva rosa es un "hito" para una industria en auge. Aunque, realmente, "solo el hecho de describir la rosa, seleccionarla, mejorarla, conservarla, protegerla y evitar su desaparición es muy importante", apunta Carmen Martínez. Así y todo, las cualidades de Rosa Narcea se basan sobre todo en la fragancia y que es una flor sumamente rica en aceites esenciales y también en componentes polifenólicos.

La Rosa Narcea .

La Rosa Narcea . / CSIC

Un poco de historia

La Academia del Perfume recoge que el año 1867 marca la diferencia entre las rosas cultivadas antiguas y las modernas. Según la bibliografía antigua, existían más de 100 variedades de rosas antiguas cultivadas en el sur de Europa. Desde entonces, con la llegada de especies procedentes de la India y China, distintos horticultores comenzaron a realizar cruzamientos artificiales para obtener rosas con fines ornamentales, de múltiples colores y formas, pero la mayoría de ellas sin aroma. Las rosas antiguas cultivadas en Europa fueron desapareciendo, al ser sustituidas en los jardines por las modernas. "Las denominadas rosas antiguas suelen ser más rústicas, desgarbadas y estéticamente menos elegantes. Sin embargo, estas últimas son las que se emplean en el ámbito de la medicina, la gastronomía y, sobre todo, la perfumería, ya que algunas presentan una intensa y exquisita fragancia, imposible de reproducir en laboratorio mediante síntesis química”, cuenta Carmen Martínez. La suya, la Narcea", "tiene su origen en una de esas rosas antiguas, de hecho, creemos que la originaria existía ya en el punto donde ha sido localizada y seleccionada desde alrededor de 1832 o incluso antes”, cuenta. La rosa muestra un alto nivel de adaptación a la zona de montaña de donde es originaria y produce extractos de gran calidad.

Una rosaleda cuajada de flores.

Una rosaleda cuajada de flores. / CSIC

La Rosa Narcea hoy

Fruto de seis años de estudios, hoy la Rosa Narcea tiene una protección comunitaria. "A través de su perfil de ADN y características botánicas es posible identificarla y diferenciarla en cualquier lugar y bajo cualquier condición de cultivo", cuentan los investigadores. Convencidos del potencial de esta flor, en 2021 los científicos del grupo VIOR, con el apoyo del CSIC, crearon la Empresa de Base Tecnológica "Aromas del Narcea S.L.", al que se unieron algunos otros socios. La empresa cuenta con una licencia de explotación exclusiva de Rosa Narcea a nivel mundial y de un protocolo específico de microestaquillado in vitro, para obtener miles de plantas en pocas semanas. Si hace unos años solo había dos rosales en la finca familiar de Carmen Martínez, en el año 2021 ya había varios cientos y a día de hoy hay más de 10.000 plantados y pueden ofrecerse plantones por millares en cualquier momento. Aromas del Narcea S.L., que está vinculada a la Plataforma Temática Interdisciplinar del CSIC “ALCINDER”, cuenta en la actualidad con parcelas en producción en el valle del río Cibea (Cangas de Narcea, Asturias).

En 2023 se anunció el acuerdo entre Aromas del Narcea y la multinacional suiza del perfume Givaudan; un acuerdo colaboración para estudiar, en exclusividad, las posibilidades de explotación agraria de Rosa Narcea en el Concejo de Cangas del Narcea (Principado de Asturias, España) y su posterior procesado para obtención de distintos productos de uso en el ámbito del perfume, la cosmética activa y otros.

Se prevé que en un futuro próximo comience la venta de plantas de dicha rosa a agricultores y propietarios de la zona, con quienes se firmaría un contrato de exclusividad. Posteriormente, la empresa compraría toda la producción de rosas a los agricultores adscritos y se llevaría a cabo la posterior transformación de esta materia prima.

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