El mejor vino casero de Cangas del Narcea se hace en el pueblo de Jalón con uva de la Ribera Sacra (y compitió con 17 elaboraciones)

El concejo celebra las fiestas de Santiso con su popular certamen de caldos artesanales, que ganó Andrés Fernández: "Siempre gustó mucho nuestro vino en casa y me animé a presentarme por primera vez"

Por la izquierda, Héctor Fernández Arbas, Lolo Rodríguez, Esther Vázquez, Yolanda Frade, Tina Vázquez, Geli Vázquez , José Peláez y Óscar Dobán.

Por la izquierda, Héctor Fernández Arbas, Lolo Rodríguez, Esther Vázquez, Yolanda Frade, Tina Vázquez, Geli Vázquez , José Peláez y Óscar Dobán. / D. Álvarez

Los cangueses plantaron cara al frío y a la lluvia para cumplir con la tradición de celebrar la fiesta en honor a Santiso (San Tirso) en el barrio bodeguero homónimo. Un festejo que además está muy vinculado al vino, por ser la fecha en la que se realiza la prueba de los nuevos caldos. De hecho, su principal acto es un concurso de vinos caseros en el que participaron 18 vinos y que organiza el Museo del Vino de Cangas con la idea de dar visibilidad a la tradición y cultura de hacerlo en casa que tan arraigada está en el concejo.

Una cata previa con profesionales del sector seleccionó los mejores cinco vinos de los presentados al concurso, que se sometieron a una popular durante la fiesta que definió el orden de los ganadores. Fueron unas 60 personas las que se animaron a pasar por el Museo del Vino para hacer la prueba desde mediodía.

Por la izquierda, la edil Alba García con los elaboradores de vino finalistas Nilo González, Andrés Fernández, Celso Aguirre, el vecino Joaquín Fernández (organización) Gabino Collar y David Fernández.

Por la izquierda, la edil Alba García con los elaboradores de vino finalistas Nilo González, Andrés Fernández, Celso Aguirre, el vecino Joaquín Fernández (organización) Gabino Collar y David Fernández. / D. Álvarez

El ganador fue el vino de Andrés Fernández, del pueblo de Jalón, que compra la uva en la Ribera Sacra para su elaboración, ya que su pueblo no es una zona de viñedos al estar por encima de los 1.000 metros de altitud, pero que sí tiene la tradición de la elaboración. Era la primera vez que se presentaba al concurso y se mostró emocionado por ganar: “Siempre gustó mucho nuestro vino en casa y me animé a presentarlo por primera vez y quedé el primero”. En segundo lugar quedó el vino de David Fernández, de Moral, luego Nilo González, de Cangas del Narcea, el cuarto clasificado fue Celso Aguirre, de Las Escolinas, y el quinto Gabino Collar, de Curriellos.

Las integrantes de la Cofradía del Vino María Menéndez, Mónica García y Leticia Álvarez participaron de la cata y coincidieron en que los vinos probados eran "muy diferentes, muy extremos y entre ellos había alguno muy bueno".

Mónica García, María Menéndez, Leticia Álvarez y Raúl Teimil, de la Cofradía del Vino, en la cata popular.

Mónica García, María Menéndez, Leticia Álvarez y Raúl Teimil, de la Cofradía del Vino, en la cata popular. / D. Álvarez

Mejores vinos

Les gustaron los vinos finalistas a Nacho Flórez y Enrique Martínez, que señalan que están "muy buenos, ahora la gente elabora muy bien, hacen selección de uvas y hay más conocimiento y se nota". Ellos son de los que pasaron su infancia disfrutando el bollo en la fiesta de Santiso, aunque hubiera nieve: “Era la fiesta de los nenos y el bollo era muy tradicional, ahora cambió, pero el tema del vino la está mejorando".

Setenta y cinco años sin prácticamente fallar cree que lleva acudiendo a Santiso José Gayego. Le trae recuerdos de infancia con los que no puede evitar emocionarse. “Las madres nos preparaban los bollos envueltos en papel de estraza, atados con una cuerda y subíamos a comerlos a Santiso y mandábamos a uno mayor ir a buscarnos una jarra de vino y cuando crecimos íbamos a Santisón, a las cenas de las bodegas para probar el vino nuevo”, relata. Sus hijos Omar y Andrés Gayego ven como la fiesta, que fue decayendo, “se está potenciando gracias al Museo y al empuje del vino y el concurso”.

Por la izquierda, José Gayego, Joaquín Fernández y los hermanos Omar y Andrés Gayego.

Por la izquierda, José Gayego, Joaquín Fernández y los hermanos Omar y Andrés Gayego. / D. Álvarez

Joaquín Fernández, que abrió su bodega al público como era tradicional, confiesa que a pesar del mal tiempo y el frío hay "mucho optimismo y vemos que la gente viene con ganas de que la fiesta no se muera”.

La razón puede estar en la autenticidad de la fiesta que muchos de los asistentes destacaron, como Héctor Fernández Arbas, que asegura que su atractivo es que “es un festejo sencillo, que nos lleva a la infancia y siempre fue un punto de encuentro entre mayores y jóvenes”. Además, cree que el concurso de vinos caseros es “una oportunidad única para ver cómo evolucionan los vinos de la zona” y añade que este año se pudieron catar “cinco maravillas de vino que me gustaría que pudieran probar en el resto de Asturias, muy ricos y muy del terruño”.  

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