Este será el novedoso uso de los restos de la poda (ya en proceso) de los viñedos de Cangas
La recogida de los sarmientos está prevista para el mes de febrero, cuando se realizará la trituración de los materiales antes de su envío al Serida

Alicia Fernández con el presidente de la DOP y el alcalde de Cangas, en el stand hecho con biomateriales. / R. T. C.
La Denominación de Origen Protegida (DOP) Cangas probó el pasado año un proyecto de aprovechamiento de los restos de madera de la poda de varios viñedos. La empresa asturiana Mush Mycotechnology Design, en colaboración con el Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (Serida), transformó estos restos en biomateriales, con los que fabricaron el stand de la DOP en la última edición de la Fiesta de la Vendimia. Ahora, ante el éxito de la prueba piloto, se ofertará a los viñedos un sistema gratuito de recogida de las podas que se están acometiendo en estas fechas para su posterior aprovechamiento.
La directora técnica de la DOP, Alicia Fernández, confirma que van a trasladar a las bodegas esta posibilidad de recogida gratuita de los sarmientos. Para ello, es necesario que cuando realicen la poda, tengan el cuidado de apilar con cuidado los restos. "Se va a intentar recoger con un vehículo pequeño todos los sarmientos y centralizarlos en algún punto", precisa. La idea es realizar la trituración in situ, para que sea más sencillo el traslado a las instalaciones del Serida.
Aunque aún no está cerrado el proceso, la intención es realizar una trituración en Ibias y otra en Cangas del Narcea. La directora técnica estima que la trituración se podrá hacer este mes, cuando todos los viticultores hayan concluido la campaña de podas.

Detalle del expositor. / R. T. C.
Con esta propuesta de recogida de los restos de las podas, se evita además que los bodegueros opten por la quema de los residuos o por dejar los materiales en la finca, lo que podría ser un problema en caso de que la madera tuviese algún tipo de enfermedad. El presidente de la DOP, el bodeguero Adrián Fernández, explicó el pasado octubre que el uso de los restos de las podas para fabricar nuevos materiales no solo es una apuesta por la innovación, sino que representa "un paso importante hacia la reducción de desechos y la conservación de nuestros recursos naturales".
Cabe precisar que la empresa Mush tiene un convenio con el Serida para "estudiar alternativas a la quema de los sarmientos de la poda de las viñas, con el fin de reducir la huella ambiental de la zona e identificar procesos más eficientes para la reutilización o reciclaje de este residuo". Así las cosas, el Serida les cede espacio de almanenamiento en sus instalaciones donde se realizará el trabajo con las podas.
Lo que hace en esencia la empresa Mush es "convertir los residuos en biomateriales fúngicos". En concreto, se recogen los residuos orgánicos y se mezclan con el micelio, que "tarda aproximadamente una semana en colonizar completamente la mezcla, uniendo los materiales como un pegamento natural". A continuación, la mezcla se coloca en moldes con la forma deseada. Una vez que el material ha cogido fuerza y el micelio lo ha colonizado se retira de su molde y se seca, según precisa esta firma con sede en Cabranes. Por último, añaden, se deshidrata y se seca el producto final para que quede como está. En este sentido, plantean "un modelo circular que transforma los residuos orgánicos en productos útiles". Con ese nuevo material se pueden diseñar desde aislantes acústicos, a packaging o mobiliario.