Los increíbles aliados para cuidar la rosa Narcea: un robot y dos ovejas que le tienen aversión

"Luna" y "Estrella", de raza awassi, no se comerán el rosal autóctono porque han sido sometidas a un proceso de aversión inducida hacia la planta

Ovejas con aversión inducida a la Rosa Narcea y un robot segadora teledirigido, dos métodos para mantener a raya la vegetación en las plantaciones de Rosa del Narcea

A. Domínguez / CSIC

Carballo (Cangas del Narcea)

"Luna" y "Estrella" son las dos ovejas de raza awassi, originaria de Oriente Medio, que se están encargando de mantener a raya el crecimiento de la vegetación en las plantaciones experimentales de rosales de rosa Narcea, situadas en Carballo (Cangas del Narcea). Forman parte del proyecto del Grupo Operativo AGRI-ROVENAT, impulsado por la Fundación General CSIC, que estudia varios métodos de mantenimiento y control de la cubierta vegetal natural en plantaciones.

En el caso de las ovejas se han sometido previamente a un proceso de aversión inducida específica al cultivo de este tipo de rosal autóctono del valle del río Cibea cangués para que no se coman las hojas de la planta ni sus rosas y solo se alimenten de la flora natural del suelo.

«Luna» y «Estrella», en una plantación de rosa Narcea.   | D. ÁLVAREZ

«Luna» y «Estrella», en una plantación de rosa Narcea. | D. ÁLVAREZ

La coordinadora científica de este proyecto, la canguesa Carmen Martínez, explica que el método de aversión lo realizó la Escuela de Veterinaria de la Universidad Autónoma de Barcelona "con todas las garantías de bienestar animal". Añade que en el proceso "se les dio de comer una cantidad de hojas de rosal y después un preparado a base de cloruro de litio que hace que asocien la planta a un mal sabor". Además, están observando sobre el terreno que "son muy selectivas a la hora de comer y han empezado comiéndose las gramíneas y cuando se han acabado han ido pasando a otras plantas".

Miembros del Grupo Operativo AGRI-ROVENAT.

Miembros del Grupo Operativo AGRI-ROVENAT. / D. Álvarez

El otro método de desbroce que se está utilizando es un robot segadora teledirigido, desarrollado por la empresa Millasur. Es un robot oruga, lo que le permite adaptarse a la orografía pendiente de la zona, y el principal avance que supone es que las personas no necesitan estar en contacto directo con la máquina "lo que disminuye los riesgos de accidente".

De momento, los científicos señalan que ambos métodos están funcionando bien, pero tendrán que analizar como uno u otro pueden afectar a la calidad de los aceites esenciales y extractos que sacan de las rosas. Unos datos que irán recabando a lo largo de la campaña de recogida de rosas que se alargará desde mayo hasta septiembre.

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