Un asturiano de Cangas del Narcea hace historia en Pasapalabra: José Manuel se lleva el bote con 16 segundos de sobra

Manu y Rosa continúan su aventura en Paspalabra en la lucha por conseguir el bote y convertirse en historia del programa. Pasapalabra cuenta con varios ganadores que ya son leyendas del concurso. Nombres como Óscar Díaz, el último ganador que logró hacerse con 1,8 millones de euros tras épicos duelos con Moisés. El ya mencionado Rafa Castaño. Tras casi 200 programas, el 16 de mazo de 2023, el sevillano marcó un antes y un después en 'Pasapalabra', al llevarse el bote más alto en la historia del concurso. Nada menos 2.272.000 euros. El anterior ganador del concurso fue Pablo Díaz, que consiguió llevarse 1,3 millones de euros el 1 de julio de 2021, tras más de 200 entregas. Lo que resultó ser el tercer mejor premio en la historia del programa en España y el primero en la segunda etapa del concurso en la cadena del programa de Atresmedia. A pesar de llevarse el bote el ganador ha seguido trabajando, primero con sus clases de violín y luego con los directos que hace en Twitch; que le suponen, además de otro importante ingreso económico, el aumento de su gran cantidad de fans.

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Estos son lo ganadores de la nueva era de Paspalabra, donde Manu y rosa aspiran a llevarse un bote que ya supera los 1,4 millones de euros. Pero, en la época de Telecinco, cuando lo presentaba Christian Gálvez, hubo varios ganadores que pasaron a la historia del programa.  Dos de ellos asturiano. Uno es Fran González, el ovetense que ganó un bote de 1.542.000 euros y se convirtió en uno de los rostros más famosos del programa durante el tiempo que estuvo luchando por el premio final.

El otro, quizá es menos conocido. Se trata de  José Manuel Lúcia, un asturiano de Cangas del Narcea aunque nacido en Cáceres, que estuvo como paracaidista en cuatro guerras como y que en 2009 dio su mejor salto al ganar 396.000 euros en el programa concurso «Pasapalabra». en ese momento, el cangués se hizo con el premio más importante desde que se emite en Tele 5. Lúcia, que sabe que acentúa mal su nombre pero que lo lleva haciendo desde la escuela, en Cangas, para que no le llamasen Lucía, tenía muy claro desde crío que quería ser militar. En aquellos años el servicio militar era obligatorio y pensó que si le gustaba lo que iba a encontrar en el Ejército se quedaba allí, y así fue, hasta hacerse paracaidista.

En 1993 Lúcia se integró en la agrupación Canarias, formada por legionarios y agregados de la Bripac, para viajar a Bosnia, en plena guerra. Era la segunda agrupación española en los balcanes, la primera había sido la agrupación Málaga, formada por legionarios. En septiembre de 1993, tras seis meses en el herido corazón de Europa, la agrupación Madrid relevó al contingente del que formaba parte el asturiano.

Volvió a Alcalá de Henares y siguió su profesión de «paraca» más o menos tranquila, leyendo, escuchando música y jugando al ajedrez. Pero volvió a la guerra.

En 2004 le destinaron a Irak. Era la segunda guerra del Golfo, ya habían pasado los atentados del 11-S (2001) y ya Lúcia combatía al eje del mal. El de Cangas participó en esa cruzada global contra el terrorismo islamista, formó parte de la última agrupación española en Diwaniya.

La guerra se extendió y cuando regresó de Irak, Lúcia fue enviado a Kosovo y luego a Afganistán, en 2006, a frenar el avance de los talibanes. El 9 de julio de ese año, Lúcia patrullaba en un blindado y una mina estalló bajo el carro y su compañero, el peruano José Arnaldo Hernández murió, otros cuatro miembros de la Bripac resultaron heridos. Con estos trazos se forjó la personalidad de José Manuel Lúcia y con todo ello en la mochila se presentó a «Pasapalabra» por indicación de su novia.