Una multitud arropa al Santo Encuentro, que desafía a la lluvia en Cangas: "Fue fantástico"

La Cofradía del Cristo de la Salud sorprendió a los vecinos al incorporar el canto de una saeta en el momento del encuentro entre La Dolorosa y el Nazareno

Cangas del Narcea

La lluvia dio una tregua este Jueves Santo en Cangas y permitió la salida de la procesión del Santo Encuentro, que llenó de fieles y curiosos las calles del centro de la villa. La Cofradía del Cristo de la Salud respiró aliviada y pudo mostrar el duro trabajo realizado durante los últimos meses para que la cita luciera en su máximo esplendor. Además, incorporó como sorpresa la actuación de Adotino González "Tiso", que entonó una saeta a capela frente al consistorio y en el momento cumbre del encuentro entre La Dolorosa y el Nazareno.

"Fantástica procesión del Santo Encuentro que se ha vivido hoy en Cangas", señaló el alcalde cangués, José Luis Fontaniella, al término de la celebración, que se hizo en seco, pese a la lluvia caída en la tarde del jueves. De hecho, la salida de la procesión se retrasó quince minutos para esquivar el agua. El primer edil destacó el esfuerzo realizado por todas las personas involucradas en la Cofradía, con el párroco, Juan José Blanco, a la cabeza.

Blanco señaló la satisfacción de la Cofradía por lograr que todo saliese según lo previsto. "El año pasado se recuperó el Santo Encuentro tras sesenta años sin hacerse, pero quedó muy deslucido porque tardamos en salir por la lluvia y mucha gente se marchó. Entonces este año se pudo disfrutar", señala. A su juicio, la procesión resultó ágil y bien coordinada y resaltó el buen trabajo de la banda de tambores, que pasó de cinco a quince componentes. "Tienen la misión de marcar el paso y la verdad es que sonó muy bien", señala el párroco.

Además de la sorpresa del canto de La Saeta, el Nazareno estrenó hábito gracias a una donación y, del mismo modo, la Cofradía lució por primera vez su recién creado estandarte. "La verdad es que estamos muy contentos", añadió el cura cangués.

“Hemos trabajado mucho, con ensayos desde enero que se van a reflejar en la forma de marchar de los pasos, la idea es darle solemnidad y respeto a la procesión, porque esto no es un espectáculo, sino un acto de fe”, expresó el hermano mayor, Manuel Rodríguez, horas antes de que tomase la salida esta procesión, que involucró a unas noventa personas entre braceros, damas de mantilla y nazarenos.

Tracking Pixel Contents