Diversidad tras la barra en Cangas: la marroquí Naoual lleva el Julter, mientras que la rumana Petronela atiende en el Cadillac

"La gente es majísima y hospitalaria", defienden ambas mujeres en una semana en la que Cangas celebra su multiculturalidad

A la izquierda Naoual Boukhris con su hijo Ahmed Haidar y, a la derecha, Petronela Catana.

A la izquierda Naoual Boukhris con su hijo Ahmed Haidar y, a la derecha, Petronela Catana. / R. T. C.

Cangas del Narcea

Cangas del Narcea está celebrando estos días su Semana de la Diversidad Cultural con diferentes actividades que demuestran la multiculturalidad del concejo. Prueba de ello son dos mujeres, la marroquí Naoual Boukhris y la rumana Petronela Catana, que regentan dos céntricos bares de la villa y defienden la buena acogida que dispensan sus vecinos a la población inmigrante. "La gente aquí es majísima y hospitalaria", coinciden.

Naoual Boukhris tiene 40 años y el próximo julio cumplirá dieciocho años en Cangas. Nació en Tánger, pero, casualidades de la vida, se casó con un hombre con raíces en Cangas. Su suegra nació en Villarino de Limés, pero, cuando la Guerra Civil española se marchó a Tánger, donde se enamoró y afincó. Años después, su hijo hizo el camino inverso y con él, Naoual.

"En Cangas estamos muy bien, mejor que en una ciudad, es un sitio muy acogedor y al ser un pueblo es más fácil relacionarse con la gente", confiesa esta marroquí. Explica que nunca sintió rechazo por no ser española y que Cangas acoge bien a la población inmigrante: "Aquí se sienten seguros y la gente es muy hospitalaria".

El año pasado, Boukhris decidió hacerse con la gestión del bar Julter, uno de los más conocidos de Cangas y con ella trabaja su hijo Ahmed Haidar. "Me arriesgué y no me arrepiento. Estoy muy contenta", señala de esta nueva etapa laboral. También tras la barra del bar trabaja Petronela Catana, que regenta el bar Cadillac. Ella nació en Rumanía, pero ya lleva once años en Cangas.

Los padres de Petronela llegaron primero a Cangas e hicieron más fácil la adaptación de sus hijos al concejo. "Nosotros veníamos de vacaciones, así que teníamos amigos y conocidos y eso hizo que nos adaptáramos más rápido", cuenta esta joven de 28 años que aplaude la diversidad del concejo suroccidental.

"Aquí la gente es majísima, siempre trabajé en la hostelería y nunca tuve incidencias, solo cosas aisladas", cuenta, al tiempo que confiesa que Cangas la conquistó desde el primer día. También, añade, porque se parece bastante al entorno de su Transilvania natal.

Ambas aplauden la decisión del Ayuntamiento de Cangas de celebrar la Semana de la Diversidad para conmemorar el Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo. Las actividades concluyen mañana con el Encuentro gastronómico “sabores y saberes”, que se desarrollará en la plaza La Oliva a partir de las 13:00 horas.

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