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Entrevista | GEMA ÁLVAREZ Escritora

Gema Álvarez, escritora canguesa: "Uno de los deberes de todo poeta es honrar a su tierra"

"Escribir es como desnudarse por dentro", dice la autora, que presenta el viernes su última obra, "Existencias", en la librería Treito de Cangas del Narcea

La escritora Gema Álvarez, con su libro.

La escritora Gema Álvarez, con su libro. / L. G.

Lauren García

Lauren García

Cangas del Narcea

La poeta de Cangas del Narcea Gema Álvarez Arbas toma la poesía como un valioso escudo frente al mundo que enfrenta y como el terreno donde siembra sus sentimientos más profundos, con una sinceridad desarmante. Tras su debut con la obra dramática "Soñar", llega ahora "Existencias", su nuevo libro, donde desciende a las entrañas de su ser para comprenderse desde la raíz y hallar desahogo y aliento de vida.

En esta obra también hay espacio para la alegría, "como quien decía un poeta, como quien anunciaba un canto". Álvarez Arbas no solo busca su propia existencia, sino que se adentra en la de otros: el mendigo, la madre, el ejecutor o el marinero, siempre envuelta en humanidad. "Existencias" se presenta este viernes, 7 de noviembre, en la librería Treito de Cangas del Narcea.

—¿Busca en la poesía una simbiosis o la posibilidad de compartir un sentimiento que de otra forma no podría expresarse?

—Escribo para el lector, pero cuando escribo no pienso en el lector. De esta manera, comparto siempre la intimidad de lo escrito. Es como desnudarme por dentro. También es una forma de eliminar el dolor y la tristeza.

Gema Álvarez.

Gema Álvarez. / R. L.

—¿Habla de su existencia y la de otros personajes? ¿Cambia la concepción del poema al pasar de la primera persona a otras voces?

—Escribir me recuerda a cuando me examinaba de niña en la escuela. Era como enfrentarme a mí misma, reflejar lo aprendido al máximo de mi capacidad. Nunca pensaba en la calificación de la maestra, sino en superarme a mí misma. Así arrinconaba el dolor y la tristeza, que siempre padecí. Y lo pasaba genial.

—¿Entonces no cambia la concepción del poema al adoptar otras voces?

—No, porque cuando hablo desde la primera persona me meto en la piel de un “yo” imaginario, y cuando hablan los distintos personajes, me meto en la piel de cada uno de ellos.

—En el libro alude al arte comparándolo con un cisne, como una aparición súbita...

—Sí, plenamente súbita. Estaba atravesando una depresión hace muchos años y me consolaba escuchando Radio Clásica. De repente hablaron de una melodía, un vals que representaba al arte. No recuerdo el título ni el compositor, pero se me grabó en la memoria por su ímpetu vertiginoso. Del cisne no recuerdo si hablaron o no, pero la comparación se me fraguó al instante.

—El prólogo está escrito por una de las personas que mejor la conocen, su hermana Fátima.

—Es quien mejor conoce mis luces y mis sombras. Siempre tengo algo que aprender de ella. Es una gran artista en el canto y en la vida. Ella es música, y desde pequeñas hemos compartido el amor por el arte, las canciones y los libros. Sabe perfectamente lo que quiero expresar artísticamente.

—¿Qué supone, como canguesa, presentar el libro en su tierra?

—Una gran alegría, pero también una inquietud, porque asistirán amigos, conocidos y familiares, y deseo que todo salga bien. Estoy muy contenta de que la presentación corra a cargo de Ignaciu Llope y Lauren García. No deja de ser un homenaje a mi familia y a todos los cangueses. Me siento inmensamente feliz en La Descarga. Uno de los deberes de todo poeta es honrar a su tierra.

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