La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha dicho hoy que el Ejecutivo va a seguir trabajando en Cataluña para defender la democracia, el Estado de derecho y el interés general, y ha añadido que no pueden gobernar en esa región quienes "han dejado de ser votados por la gran mayoría".

La vicepresidenta lo ha dicho en la clausura de la segunda reunión de delegados y subdelegados de toda España, que ha presidido en Santander, y en la que ha estado presente también el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna.

En su intervención, la vicepresidenta ha agradecido la labor especialmente al delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, y al equipo encargado de la ejecución del artículo 155 "en beneficio de todos los catalanes y de la legalidad de todos los españoles".

"Han sido meses difíciles, en los que desde la Delegación del Gobierno y el Gobierno en su conjunto hemos trabajado por defender nuestra democracia, nuestro Estado de derecho y el interés general de todos los españoles. Lo hemos hecho y hay que seguir haciéndolo, lo vamos a seguir haciendo", ha subrayado la vicepresidenta y ministra de la Presidencia y para las Administraciones Territoriales.

Sáenz de Santamaría ha criticado al independentismo, que "tiene todo del populismo", y ha asegurado que "se mueve siempre entre la falsedad y la política de las emociones".

A su juicio, "es el emocionalismo en estado puro" y puede compararse con "un fanatismo cuasi religioso, en el que da igual que los sumos sacerdotes te mientan todos los días" porque "algunos siguen dejándose instrumentalizar" por ellos.

"Nosotros tenemos la bandera de la fuerza de la democracia, de respetar, a diferencia de ellos, las ideas de todos, siempre que se hagan dentro de la ley", ha añadido.

Según ha señalado, el Gobierno de España tiene como objetivo "prioritario" devolver "una convivencia normal y serena" al conjunto de los catalanes, que "han sufrido mucho".

La vicepresidenta ha agregado que los gobernantes catalanes han provocado "división" e "intolerancia" y ha reivindicado la "lealtad".

"Ser cántabro, ser catalán, ser andaluz, ser castellanoleonés... es nuestra forma de ser españoles, pero lo más importante es nuestra lealtad a ese proyecto de futuro", ha considerado.

Y ha advertido de que "nadie puede imponer su criterio a nadie" y de que no pueden gobernar en nombre de los catalanes "quienes han dejado de ser votados por la gran mayoría de ellos".

La vicepresidenta ha defendido "el patriotismo constitucional" y ha recordado a los participantes en esta reunión de delegados y subdelegados de toda España que son los responsables de hacer llegar "valores de igualdad, de libertad, de unidad, y de pluralismo y respeto" a toda España.

"Sé que todos estáis comprometidos en esa defensa que forma parte de vuestro día a día. Pero hoy quiero hacer un homenaje a todos aquellos servidores públicos que en momentos muy difíciles, además de hacer bien su tarea, tienen que defender esa bandera de la unidad y la libertad en algunos territorios", ha manifestado la vicepresidenta.

Y ha agregado: "parece mentira que con lo que hemos trabajado para superar una dictadura algunos quieran imponer a los demás su manera de ver las cosas".