Un estudio en el participa el Instituto de Investigaciones prehistóricas de Cantabria (IIIPC), dependiente del Gobierno de Cantabria, la Universidad de Cantabria y el Banco Santander, ha hallado un "craneo copa" y huesos humanos que desvelan los primeros indicios de canibalismo en la Península Ibérica durante el Neolítico, alrededor del 5000 a.c.

Para la investigación, el equipo de trabajo ha analizado más de 100 restos humanos recuperados en la cueva malagueña de El Toro. Los restos han aparecido en dos conjuntos separados de la cueva y presentan marcas de corte con sílex, marcas de dientes, golpes intencionados y señales de alteraciones térmicas.

Los investigadores han examinado un cráneo humano que fue tallado para conseguir una forma similar a la de un cuenco (lo que en Arqueología se conoce como cráneo copa), y una mandíbula sin evidencias de manipulación.

Ambas piezas estaban dispuestas, intencionalmente, en un escondrijo en el interior de la cueva y están asociadas a cuatro recipientes cerámicos que, probablemente, fueron colocados a modo de ofrenda.

Por otro lado, se han estudiado varios fragmentos óseos humanos de diferentes regiones anatómicas que aparecen dispersos en la zona de hábitat con otros restos de actividades domésticas como los desperdicios del consumo de alimentos.

Asimismo, los restos han sido datados para determinar su antigüedad. "Hemos podido contextualizar y documentar prácticas relacionadas con el canibalismo durante el Neolítico antiguo"", destaca Francisco Javier Rodriguez Santos, investigador del IIIPC.

Manifestaciones similares han sido documentadas en otros yacimientos neolíticos del sur de la península ibérica como Carigüela, Malalmuerzo y Majólicas, sin embargo, "hasta ahora no se tenían dataciones precisas que dieran cuenta del contexto cronológico". Además, estudios previos de ADN han revelado que existían relaciones de consanguineidad de primer grado entre dos de los siete individuos hallados.

"A tenor de los resultados se plantean dos hipótesis: un canibalismo agresivo derivado de la confrontación violenta entre diferentes grupos, o bien, un canibalismo funerario producto de enterramiento en diferentes etapas de miembros del mismo grupo", aclara el experto.

Los resultados del estudio han sido publicados recientemente en la revista científica American Journal of Physical Anthropology y recogido como noticia destacada por la revista Nature.

El trabajo, que está financiado por el Programa Marie Curie de la Comisión Europea, ha sido desarrollado conjuntamente por investigadores/as de la Universidad de Durham (Reino Unido); del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria (España); y de la Universidad de La Laguna (España).

IIIPC

El Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria nace en 2004 y está conformado por varios grupos de investigadores provenientes de diferentes disciplinas, que convergen en la labor de estudiar y entender nuestro pasado más remoto.

El IIIPC trabaja de manera conjunta con entidades públicas y privadas, de ámbito nacional e internacional, para la conservación del patrimonio histórico de Cantabria, así como desarrolla intervenciones arqueológicas y estudios sobre prehistoria en todo el mundo.

El IIIPC es una iniciativa conjunta del Gobierno de Cantabria, la Universidad de Cantabria y Banco Santander.