La Policía Nacional ha desmantelado en Cantabria una red dedicada a la trata y explotación sexual de mujeres procedentes de Colombia, en una operación en la que se ha detenido a ocho personas -cuatro en Santander, tres en Torrelavega y una en Vinaroz (Castellón)-- y se ha liberado a tres mujeres.

La investigación policial se inició a raíz de una denuncia telefónica recibida en el Servicio de Atención a las Víctimas de Trata de Seres Humanos de la Policía Nacional (teléfono 900 10 50 90), que sacaba a la luz la existencia de una organización criminal de origen colombiano que explotaba sexualmente a mujeres en dos pisos de citas ubicados en Santander y Torrelavega.

Según la Policía se trata de un clan familiar de origen colombiano que se dedicaba a captar mujeres en situación de gran vulnerabilidad y extrema necesidad para, con falsas promesas laborales, trasladarlas desde Colombia hasta España donde finalmente eran obligadas a prostituirse.

Tras diversas gestiones, los agentes constataron que la organización tenía una estructura muy definida, estando lideraba por una mujer que dirigía toda la red desde el municipio de Torrelavega.

En el siguiente nivel de la organización se encontraban sus dos hijos, que se encargaban del traslado de las mujeres a Cantabria, el control de los pisos de citas y de la gestión de los anuncios de los servicios sexuales en diversos portales de Internet.

Por otro lado, la red contaba con un captador, residente en Colombia, que era el encargado de captar a mujeres vulnerables con falsas promesas de trabajo en España y entregarlas el dinero necesario para que éstas pudieran viajar a la Península.

Una vez en España, las mujeres eran trasladadas a dos pisos de citas, uno en Santander y otro en Torrelavega, donde eran recibidas por las encargadas o "mamis", último escalón de la red.

En esos pisos eran obligadas, bajo amenazas y coacciones, a ejercer la prostitución para hacer frente a la deuda que habían contraído por los gastos del viaje y que ascendía a más de 5000 euros.

Además, las mujeres eran vigiladas a través de cámaras instaladas en los pisos y sólo podían salir a la calle una hora al día acompañadas por algún miembro de la organización.

Las "mamis" eran las encargadas de recaudar semanalmente todos los ingresos obtenidos por las mujeres. La mitad de los ingresos de cada una se los quedaba la organización y de la otra mitad cada mujer sólo podía disponer de 100 euros para sus gastos de alimentación, vestido e higiene; y el resto se destinaba al pago de la deuda adquirida con la red.

En la operación se realizaron registros en tres domicilios, uno en Santander y dos en Torrelavega, en los que se intervinieron 6.480 euros, varios teléfonos móviles y abundante documentación.

Esta operación se enmarca dentro del Plan de la Policía Nacional contra la Trata de Seres Humanos con Fines de Explotación Sexual, que dispone de la línea telefónica 900 10 50 90 y el correo electrónico trata@policia.es para facilitar la colaboración ciudadana.

La Policía recuerda que la llamada es siempre anónima y confidencial, sin que quede reflejada en la factura telefónica.