Izquierda Unida ha lanzado una batería de propuestas en materia cultural para "dar respuesta" a un sector "esencial y gravemente afectado" por la crisis y "que debe ser parte de la reconstrucción social y económica de Cantabria". La coalición propone la creación de un banco de espacios para la creación y que lugares como el Palacio de Festivales en Santander, pabellones deportivos o boleras cubiertas se pongan a disposición de autónomos y pequeñas empresas culturales de Cantabria.

La responsable de Cultura de Izquierda Unida, Ainara Bezanilla, considera "insuficiente" los anuncios del Gobierno de Cantabria hechos por el vicepresidente y consejero de Cultura, Pablo Zuloaga, dado que en su opinión, "hasta ahora, no ha puesto encima de la mesa ninguna medida concreta que permita la actividad cultural con garantías".

De hecho, insiste, las únicas medidas anunciadas para este sector están dentro de líneas generales para muy diversas actividades económicas, "sin concreción y únicamente centradas en líneas de ayudas para quien ha tenido que parar por el estado de alarma". "Las personas trabajadoras de la Cultura quieren volver a la actividad", subraya en un comunicado de prensa.

Ante la "falta de ideas gubernamentales", IU propone un "banco de espacios para la creación", de forma que tanto el Gobierno autonómico como los ayuntamientos, dispongan de forma gratuita aquellos lugares y edificios con capacidad para albergar obras de teatro, conciertos, mercadillos o exposiciones con "plenas garantías de salud y seguridad para el personal trabajador y para el público y clientela".

Así, la también coordinadora local de IU en Santander, destaca el papel del Palacio de Festivales, acostumbrado a albergar actuaciones de escala nacional o internacional y que, a su juicio, "debe ponerse a disposición de las personas autónomas y pequeñas empresas culturales de Cantabria".

IU plantea que el banco de espacios esté disponible en una web gubernamental en la que se deberán indicar las características indispensables para la labor creativa y el acceso a ella, como el tipo de disciplina artística o cultural que pueden acoger, si es un espacio cerrado o abierto al aire libre o el aforo.

"Tenemos pequeñas pero muy buenas empresas dedicadas al teatro, la danza o la música que solían actuar en salas propias o en bares y que ahora no podrán hacerlo porque son espacios muy pequeños", reflexiona Bezanilla, quien defiende que lugares como el Palacio de Festivales en Santander, pabellones deportivos o boleras cubiertas, "han de ponerse al servicio del común, también de la cultura".

Además, considera "indispensable", establecer un calendario público para que el sector cultural sepa las oportunidades que tienen de mostrar sus trabajos y la población conozca las propuestas que podrán ver cerca de sus casas.

Por otro lado, afirma que el anuncio por parte del Gobierno de Cantabria de suprimir subvenciones "viene a rematar a un sector que ya vivía una situación precaria". En su opinión, en lugar de la supresión, se debiera dar una moratoria para que las empresas a las que ya se les había contratado proyectos "puedan darle un giro y adaptarse a las nuevas circunstancias y no retirarles la subvención sin más".

En este sentido, cree fundamental que la Consejería de Cultura habilite un mecanismo de asesoramiento público para nuevas formas de creación, aprendizaje y divulgación a través de nuevas tecnologías y digitalización, tal y como se está realizando en otros sectores.

"Son empresas con personas a su cargo, que cotizan igual que el resto y que mantienen el tejido cultural de nuestra comunidad; han estado ocupando de forma gratuita nuestro tiempo durante el confinamiento a través de conciertos, recitales o actuaciones que podíamos ver en las redes sociales, pero, igual que el resto de la población, necesitan ingresos para vivir", defiende la responsable de Cultura de IU.

Así, insisten en "no abandonar a la Cultura" y que tanto el gobierno autonómico como los ayuntamientos reserven un tercio del presupuesto destinado a actividades culturales y lo complementen hasta, mínimo, un 50% con otras partidas provenientes de festejos, dinamización o participación ciudadana o vecinal.

Además, instan a fomentar, a través de una línea específica para tal fin, proyectos culturales en los que haya colaboración entre distintos creadores y empresas. Para acabar, consideran como "pilar imprescindible" la red de librerías y que la compra institucional se mantenga y se haga dentro de la comunidad autónoma.