Sindicatos y dirección se vuelven a reunir el próximo viernes

El comité de empresa de la planta de Nissan en Los Corrales de Buelna (Cantabria) ha mostrado su "indignación" por la pretensión de la dirección de que los trabajadores asuman "las inversiones y el mantenimiento ficticio" de la planta con una "reducción salarial que puede superar el 40%" en algunos casos.

Ante esto, el órgano sindical rechaza este "punto de partida" para las negociaciones abiertas entre ambas partes a raíz de la reestructuración de las factorías de la firma japonesa, que conlleva el anunciado cierre de la de Barcelona.

Los representantes de los 530 empleados que Nissan tiene en la fábrica cántabra censuran que la empresa pretenda que el plan industrial previsto en este complejo sea "pagado" por los trabajadores, como asegura a Europa Press su portavoz, Eduardo Seco (UGT).

Y es que la conclusión a la que llega el comité con la información facilitada hasta ahora por la dirección es que "las inversiones y el mantenimiento ficticio de la empresa sean asumidos únicamente por los trabajadores" de Los Corrales.

En este sentido, el secretario de la sección 'ugetista' en la factoría ha apuntado que la citada rebaja en las nóminas "multiplicada" por los operarios y los años del plan industrial da como resultado "unos cuantos millones" de euros.

Se trata, a juicio de Seco, de un planteamiento tan "inviable" como "inasumible" desde el punto de vista de las condiciones laborales, por lo que confían en que la dirección haga otra propuesta en la reunión prevista este viernes 12 de junio o "no nos sentamos a hablar", avisa.

"Nissan, una vez más, vuelve a utilizar como estrategia industrial los sacrificios de los trabajadores para conseguir sus proyectos y la viabilidad de la empresa, con el resultado ya conocido en otras plantas de la compañía en España", incide el comité, que no considera lo expuesto "un plan industrial".

"Solo es un sacrificio económico y de condiciones laborales de los trabajadores de Nissan-Cantabria, sin ninguna garantía de futuro", se quejan a propósito de las condiciones económicas y laborales que "quieren imponer con la modificación del convenio colectivo".

"El plan industrial está basado en los objetivos por parte Nissan para la consecución de una serie de proyecto que tienen en estudio y pendientes de concretar su adjudicación. Las inversiones a realizar por la empresa dentro del plan industrial estarán ligadas a la adjudicación de dichos proyectos", señala el comité.

Y apunta también a "la falta de dos de los principales actores adheridos" al citado plan: el Ministerio de Industria y el Gobierno de Cantabria, que se implicó en el documento de competitividad para impulsar la planta y garantizar el mantenimiento del empleo.

La dirección de Nissan en Barcelona trasladó a finales de mayo al comité de la planta corraliega la intención de abrir la producción a nuevos mercados y "salvaguardar" la plantilla, sin salidas o despidos traumáticos.

Esta comunicación se produjo el mismo día en que confirmó el cierre de la factoría de Barcelona a partir de diciembre.