El presidente de Viesgo, Miguel Antoñanzas, ha anunciado este lunes el compromiso de la empresa de duplicar la inversión prevista en redes de electricidad en línea con su apuesta por la innovación y prevé alcanzar los 1.000 millones de euros en los próximos diez años.

Antoñanzas, que también preside el Club Español de la Energía, ha participado en la mesa redonda 'Energía y Sostenibilidad', dentro del marco de la cumbre de empresarios convocada esta mañana por la CEOE 'Empresas españolas: Liderando el futuro', con el objetivo de señalar las distintas opciones para reactivar la economía del país.

En su intervención, de la que ha informado la compañía en nota de prensa, Antoñanzas ha destacado que la inversión industrial prevista por Viesgo constituirá la "más importante" en la parte noroccidental de España.

El presidente de Viesgo ha destacado que este plan de inversiones pivotará en torno a tres ejes: la transición energética, la resiliencia frente al cambio climático y el reto demográfico.

A juicio de Antoñanzas, un plan intensivo de inversión en redes constituye una "óptima herramienta" que aportará importantes beneficios derivados de una atracción de capital en el corto plazo, así como de creación de empleo en las zonas más amenazadas por la despoblación.

"Los sistemas en red, como el eléctrico, son los únicos que llegan a toda la población y, de hecho, derivan mayor inversión específica en las zonas rurales dispersas frente a otras alternativas de inversión industrial que tienden a estar concentradas", ha asegurado.

Para Antoñanzas, la "principal barrera" que encuentran desde su compañía y que consideran necesario flexibilizar es el límite actual a la inversión fijado por el Gobierno y que se sitúa en el 0,13% del PIB.

"Pedimos que este límite sea eliminado o bien ajustado y combinado con la aprobación de planes de inversión específicos acordados con las comunidades autónomas. La transición energética va a necesitar inversiones en redes muy potentes e innovadoras", ha asegurado.

Según ha explicado, la recuperación desde el sector energético debe estructurarse "con una visión de largo plazo que permita ganar la otra gran batalla global a la que se enfrenta el mundo y que tampoco entiende de fronteras, la lucha contra el cambio climático".

A su juicio, esta reestructuración debe realizarse atendiendo a cinco aspectos clave: el papel de Europa, el potencial tractor del sector energético, los aspectos regulatorios y la financiación, la atención a la digitalización y finalmente, el papel ciudadano.

Por último, como presidente del Club Español de la Energía ha señalado que ofrece la "completa disposición" de las compañías energéticas a unir fuerzas y a poner los recursos humanos, tecnológicos y económicos de dichas empresas para liderar la transición energética.