En la página 37 del libro «Una vida para la música. Historia de la Sociedad Filarmónica de Oviedo» aparece una fotografía de cinco personas, sobre la cual se indica «Saturnino del Fresno y Víctor Sáez, sentados de izquierda a derecha, respectivamente; detrás, Cipriano Pedrosa y Manuel del Fresno, en la misma posición». La misma fotografía apareció en el año 1975 en el libro titulado «Dos vidas paralelas: Baldomero Fernández y Manuel del Fresno».

Ambas fotografías corresponden, sin embargo, a los cinco profesores que formaron el primer Conservatorio de Música de Oviedo en el año 1923, y las verdaderas identidades de esas cinco personas son las siguientes: delante, Saturnino Fresno, Piano, y Francisco Torres (y no Víctor Sáez, como erróneamente se indica), Violín. Detrás, Cipriano Pedrosa, Solfeo; Adelina Abruñedo, Solfeo, y Manuel del Fresno, Piano.

Adelina Abruñedo, a la que no se alude en ninguna de las dos ocasiones, era hija del tenor ovetense Lorenzo Abruñedo. Francisco Torres, cuya identidad se confunde también en los dos libros citados, estudió en el Conservatorio de Madrid con el gran Jesús Monasterio, de quien Pablo Casals dijo que era el mejor maestro de la época. Torres obtuvo, además, el premio extraordinario de Violín a los veinte años.

Doña Adelina y don Francisco fueron mis primeros maestros en el Conservatorio Provincial de Música de Oviedo.

Prudencio Álvarez Morán

Oviedo