Día 23 de abril de 2008. Parte trasera del hotel de empresas La Curtidora, en Avilés. Veo que están instalando una carpa para algún tipo de evento.

Día 24 de abril de 2008. Son las 13.50 y como todos los días, me dispongo a recoger a mi hijo que sale del colegio público de Versalles, que está pegado a La Curtidora. Me encuentro cuatro coches de gama alta invadiendo por completo la acera (son esos coches que utilizan los políticos «importantes»), y la carpa repleta de gente. Recojo a mi hijo y junto con los demás niños, mamás y papás, nos vemos obligados a esquivar coches estacionados en la acera que están estorbando el tránsito peatonal ostensiblemente. Alguna mamá con silla de bebé, haciendo maniobras para llegar al semáforo...

El hotel de empresas La Curtidora tiene aparcamiento propio, sólo hay que rodear el edificio para acceder a él, pero por lo visto estas personas tienen el privilegio de dejar el coche a dos metros de la carpa, aunque perjudiquen a terceros.

Aparcar el coche en una acera es una falta total y absoluta de respeto a los derechos de los demás, haga quien lo haga.

Sólo quiero aclarar algo obvio: las aceras son para los peatones y la calzada para los coches.

Por favor, respetemos las normas de tráfico. Todos.

María Teresa González Miranda

Avilés